El Arzobispo de Caracas centró su homilía en los
aspectos y tareas emanadas del IV Congreso Eucarístico; el impulso de actividades
que fortalezcan la fe cristiana; la necesidad de fomentar la conformación de
Cofradías del Santísimo y la promoción de las vocaciones sacerdotales y
religiosas. “En esto nos jugamos el futuro de la Iglesia en Venezuela”, dijo.
Ramón
Antonio Pérez
Caracas, 27 de junio de 2011.- El
Cardenal Arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, presidió este domingo una solemne
eucaristía en la avenida Francisco de Miranda de esta ciudad, con motivo de la
clausura del IV Congreso Eucarístico Nacional que se cumplió del 23 al 26 de
los corrientes en el Colegio San José de Tarbes de El Paraíso.
Durante
la ceremonia se renovó la consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento,
hecho ocurrido hace 112 años; y también se consagró la Iglesia y el país a
Nuestra Señora de Coromoto, patrona de los venezolanos.
En
la misa participaron los miembros del Episcopado Venezolano en pleno, el Nuncio
Apostólico de Su Santidad en Venezuela, Monseñor Pietro Parolín, así como
centenares de sacerdotes, diáconos y seminaristas de todo el país. A la
eucaristía asistieron más de 20.000 feligreses que se sumaron a los 1.400
delegados participantes de este congreso eucarístico.
Escenario impresionante
Frente
a Parque Cristal fue colocada una inmensa tarima que fue rodeada por los
feligreses desde muy temprano portando llamativas pancartas y ataviados con
franelas y gorras alusivas al congreso o a los movimientos de apostolado. Fue adornada
con dos pancartas del IV Congreso Eucarístico colocadas al fondo en medio de
una pantalla gigante que transmitía en vivo las incidencias del encuentro
recogidas por VALE TV. Igualmente cuatro inmensas cortinas blancas soportaban
la brisa que recorría el escenario. El limpio sonido se escuchaba desde grandes
cornetas negras que colgaban como papagayos suspendidos en el aire en dos
estructuras metálicas.
En
la parte baja de la tarima dos escaleras con alfombras azules fueron usadas por
los celebrantes para subir y bajar de manera ordenada durante el oficio
religioso. Estaban separadas por un jardín central en el que fueron colocados porrones
con palmeras y adornos florales, creando un oasis en medio del sol que, a pesar
del pronosticado día lluvioso, esta vez milagrosamente brilló hasta el final de
la eucaristía. Sin embargo, en previsión, la gente desplegó sus paraguas
conformando una simpática imagen multicolor que se repitió en los medios de
comunicación y redes sociales.
Al
inicio de la plataforma principal estaba el altar, muy sencillo en su
presentación, mientras que al fondo se divisaba el trono con una llamativa
silla de color crema rodeada de cuatro rojas. Al centro, el Cardenal Urosa
presidía el oficio, expresó su homilía y siempre estuvo atento a dar instrucciones
al ceremoniero y otros asistentes. A la derecha del Purpurado estaban Monseñor
Pietro Parolin y el Arzobispo de Calabozo y vice presidente del congreso
eucarístico, Monseñor Manuel Díaz Sánchez. Al lado izquierdo las sillas eran
ocupadas por el presidente y vicepresidente de la Conferencia Episcopal,
Monseñor Ubaldo Santana y Monseñor Roberto Luckert, respectivamente.
El
resto de los obispos y demás sacerdotes ocuparon los espacios a ambos lados del
trono. A ratos, algunos de ellos sacaban sus cámaras digitales para
“inmortalizar” la solemne celebración. Una mesa contenía decenas de tazas
llenas de hostias que custodiaba la Hermana Niurka. Dos tarimas pequeñas estaban
colocadas antes de la principal, una destinada a los diáconos que distribuirían
la Sagrada Comunión, y la otra para la Coral Juventudes Culturales de la UCV,
vale decir, con un repertorio para esta misa en el que destacó la música
criolla.
La
avenida tenía una separación central que hacia el final de la misa fue
recorrido por una camioneta vinotinto – a la vista, oraciones, cantos y
aplausos de los asistentes -, trasladando al Santísimo Sacramento acompañado
del también Arzobispo de Maracaibo, Monseñor Ubaldo Santana, luego de renovar
la consagración y realizar el oficio de adoración que fue cumplido en estricto
fervor por la feligresía.
El mensaje del Cardenal
El
Arzobispo de Caracas centró su homilía tanto en los aspectos y tareas emanadas
del IV Congreso Eucarístico y el impulso de actividades que fortalezcan la fe
cristiana. Habló de la necesidad de fomentar la conformación de Cofradías del
Santísimo y la promoción de las vocaciones sacerdotales y religiosas. “En esto
nos jugamos el futuro de la Iglesia en Venezuela”, dijo.
Al
culminar la eucaristía los medios de comunicación se mostraron interesados en
conocer las opiniones de la Jerarquía eclesial en torno a la situación
nacional. Uno de los aspectos estuvo vinculado a la situación que se
experimenta en la cárcel de El Rodeo, en el estado Miranda y la salud del Presidente Hugo Chávez.
Al
respecto, el Cardenal Jorge Urosa Savino hizo un llamado a las autoridades
gubernamentales a cooperar con la transformación de los centros carcelarios.
“No pueden mantenerse en ese estado de rebeldía armada. Tienen que deponer sus
armas y respetar las leyes con la condición que se respeten sus derechos
humanos”, dijo. También requirió la necesidad de información acerca del verdadero estado del presidente venezolano.
Lectura de Documentos Importantes
Al
comienzo de la Eucaristía el Nuncio Apostólico, Monseñor Pietro Parolín leyó un
mensaje enviado por el Papa Benedicto XVI, con ocasión de la realización del IV
Congreso Eucarístico. El mensaje “alienta
a profundizar y reafirmar la fe en Cristo, presente realmente en el Santísimo
Sacramento del Altar”, leyó el Nuncio. El Papa motiva a “escuchar la Palabra de
Dios, a congregarse con fidelidad en asamblea litúrgica, sobre todo en el
domingo, Día del Señor, celebrando la eucaristía para dar así el verdadero
culto a la Santísima Trinidad y, alimentados con el Pan de la Vida, ser
auténticos discípulos y misioneros del Evangelio”.
Por
otra parte, Monseñor Jesús González de Zárate leyó las conclusiones del
congreso dando a conocer de manera íntegra los ocho puntos contentivos del
documento final.
Entre
otros el documento expresa que como comunidad católica, “estamos llamados a dar
una respuesta de vida, desde nuestra fe centrada en Cristo Eucaristía, a los ingentes
problemas que enfrenta nuestro pueblo y que afectan directamente a la familia,
a la comunidad y a la sociedad entera. Esta fe (…) nos compromete a compartir
con nuestros hermanos desde el servicio, la solidaridad y la caridad efectiva,
dando así razones humanas y divinas a nuestra esperanza”.
Un
tercer documento fue leído por el párroco de la Basílica Santa Teresa, Monseñor
Adán Ramírez, relacionado con la bendición papal e indulgencia plenaria que a través
del Cardenal Urosa, el Santo Padre les brindaba a los asistentes a esta
ceremonia.
Acto de Consagración de la República de
Venezuela al Santísimo Sacramento
Soberano
Señor del Universo y Redentor del mundo, clementísimo Jesús, que por un
prodigio inenarrable de tu caridad te has quedado con nosotros en este
sacramento hasta el fin de los siglos; aquí venimos a tus pies a proclamarte
solemnemente y a la faz del cielo y de la tierra, nuestro único rey y dominador
santísimo. A quien consagramos todos nuestros afectos y servicios y a quien
ponemos todas nuestras esperanzas. Tú eres nuestro Dios, y no tendremos otro
alguno delante de tí, en tus manos ponemos nuestra suerte y con ella los
destinos de nuestra patria. Muchos te hemos ofendido, y como el hijo pródigo
hemos disipado en los desórdenes tu herencia, perdónanos que ya volvemos con
espíritu contrito a tu casa y a tus brazos. Recíbenos, salvador nuestro, y concédenos
que venga a nosotros tu reino eucarístico. Levanta bien alto tu trono en
nuestra República, a fin de que en ella te veas glorificado por singular manera
y sea honra nuestra, de distinción inapreciable, el llamarnos la República del
Santísimo Sacramento. Te entregamos cuanto somos y cuanto tenemos cubre nuestra
ofrenda con tú mirada paternal y hazla aceptable y valiosa en tú divina
presencia.
Otra
vez te pedimos nos recibas, que no nos deseches, y que este acto de nuestro
amor y de nuestra gratitud sea repetido, cada vez con mayor fervor, de
generación en generación, mientras Venezuela exista, para que jamás la apartes
de tú Sagrado Corazón. Que así sea para nuestra vida del tiempo y después...POR
LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.AMÉN.
3 Comentarios
Tuve la bendición de asistir al I Congreso Eucaristico y a la ceremonia de cierre. Realmente debemos llevar a cabo la adoración continua del Santísimo Sacramento en nuestras parroquiasy veremos cosas maravillosas, Dios nos ama y ama inmesamente a Venezuela.
ResponderEliminarTuve la bendición de asistir al IVCongreso Eucaristico y a la ceremonia de cierre. Realmente Dios ama a Venezuela.
ResponderEliminarPapa Dios, Jesucristo y La Virgen...desbordaron bendiciones para todos(as), sin exepción
ResponderEliminarOjalá que pronto se haga un llamado para visitar el santuario de nuestra patrona...
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