El
paro de la salud inicia este 30 de octubre, para exigir al gobierno de Nicolás
Maduro salarios
dignos, dotación de insumos, medicamentos y mejoras en los hospitales del país
“No basta tener
vocación como educador, médico, enfermera o trabajador de cualquier servicio
social en Venezuela. Nuestra dignidad es superior a esta realidad que nos está
oprimiendo.
Lo que estamos viviendo en Venezuela es un sistema de esclavitud, donde solo
trabajamos para medio comer. Ya no aguatamos más”. Así era el lamento de una
enfermera frente a la sede del Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) en Caracas, donde sus colegas denunciaron la “dolorosa
realidad” del gremio sanitario.
“La realidad nuestra
es tan cruel como la de los educadores, profesores universitarios y demás
empleados públicos y privados”, decía la mujer vestida de blanco.
“¿Dónde
están mis derechos humanos como la salud, sueldo digno, alimentación,
seguridad?”, repetían sus compañeras frente al organismo dejando
escuchar su triste realidad. El gremio de la salud hizo planteamientos muy
serios, entre estos, paralizar sus actividades durante 24 horas desde este
miércoles 30 de agosto, como en días recientes lo hicieron los educadores.
Ana Rosario
Contreras, presidente del Colegio de Enfermeras del Distrito Capital, no solo se
quedó en el anuncio del paro debido a los sufrimientos como consecuencia del
insuficiente salario que reciben, también denunció la carencia de insumos
médico-quirúrgicos, medicamentos para atender a los pacientes que acuden a los
centros médicos.
Paro de 24 horas en el sector salud
Contreras
convocó a los venezolanos a apoyar el reclamo del gremio de enfermeras. “Queremos
un salario suficiente que nos permita calidad de vida y por eso hacemos un
llamado al pueblo a asumir una posición firme ante la violación a los derechos
humanos. Todos soñamos con una mejor Venezuela que se va a reconstruir con cada
uno de los esfuerzos de los hijos de esta patria”, expresó.
Afirmó que no
están dispuestos a continuar en la catástrofe humanitaria en la cual se ha
convertido su ejercicio profesional, ni ver morir a más pacientes por falta de
insumos, ni ser cómplices de esta situación que vive Venezuela, que se ha
convertido en un genocidio.
“La grave
situación de hambre a la que nos somete la dictadura nos ha hecho tomar la
decisión de volver a la calle como lo hicimos el 25 de junio de 2018”, expresó,
asegurando que se garantizará los servicios de las áreas críticas de los centros
hospitalarios. Durante la paralización de las actividades exigirán salarios
dignos, dotación de insumos, medicamentos y mejoras en las infraestructuras de
la red de hospitales públicos del país.
Rechazo a la silla de Venezuela en la ONU
Expuso que de no
lograr respuestas del Ejecutivo sobre la crisis hospitalaria, el 16 de
noviembre se anunciará la renuncia masiva de profesionales que se van del país
en búsqueda de mejorar su calidad de vida y de trabajo. De acuerdo a estimaciones
del gremio, un 60 por ciento de los profesionales de esta rama, ha emigrado a
otras naciones.
Las enfermeras
se suman así, a los educadores que han realizado paros escalonados en las
escuelas públicas exigiendo respetar las contrataciones colectivas y sueldos
suficientes para adquirir la Canasta Alimentaria que ronda los 600 dólares
americanos. La semana pasada cumplieron un paro de 48 horas, pero quieren ir a más
porque a pesar de que más del 85% de las escuelas se paralizaron, el Ejecutivo
no da respuesta a sus exigencias.
“Sentimos
vergüenza de que un régimen violador de los derechos humanos hoy sea miembro de
tan importante comisión. Ratificamos además el informe de la Alta Comisionada
Michelle Bachelet y el informe de la Comisión de Encuestas del Organización
Internacional del Trabajo (OIT), en los cuales se evidencia la violación a la
libertad sindical, el paralelismo sindical y las violaciones a los derechos de
los trabajadores en Venezuela, como de la vida, la educación y la salud de los
ciudadanos”, dijo Ana Rosario Contreras.
Hasta la hora de
redactar esta nota, el gobierno de Nicolás Maduro no ha dado respuesta positiva
al llamado a paro del sector salud, incertidumbre que hunde aún más a Venezuela
en una crisis humanitaria que parece no tener fin. De hecho, un paso a la
debacle lo ha constituye el precio del dólar que pasó en tiempo récord de 18
mil a 26 mil bolívares, lo cual se traduce en más pobreza, necesidades y
sufrimientos para los venezolanos.
Te puede interesar: Venezuela: “¡Tengan piedad, estamos muriendo de hambre!”, suplican educadores
Te puede interesar: Venezuela: ¿Por qué la educación está a las puertas de un paro general indefinido?
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.