El Arzobispo de Caracas
expresó a los trabajadores que “cada familia a semejanza de la Familia de
Nazaret debe estar fortalecida para superar las trabas del mundo”, siendo muy importante
“que estén fortalecidas en todos los órdenes”.
Ramón Antonio Pérez
Más Fotos en: Facebook
@GuardianCatolic
Caracas, 22 de diciembre de 2012.- El Cardenal Jorge Urosa Savino agasajó este
viernes 21 a los empleados del Arzobispado de Caracas, con un almuerzo y la
entrega de unos presentes, a pocos días de celebrarse las Fiestas de Navidad,
actividad que se cumplió en la parroquia “San Benito” de esta ciudad.
El Arzobispo de Caracas
estuvo acompañado de los Obispos Auxiliares: Monseñor Luis Armando Tineo,
Monseñor Fernando Castro Aguayo, Monseñor Tulio Ramírez, Monseñor Nicolás Bermúdez (Obispo Emérito), y el párroco de San Benito,
padre Ángel Infante.
El Cardenal Urosa habló ante
sus empleados de la importancia y significado de la Fiesta de Navidad para los
cristianos. “El centro de estas fiesta
es el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo, en quien debemos guiar nuestra
vida y testimonio, ya que es el Salvador y el Redentor de la humanidad. La Navidad
nos recuerda la presencia del Hijo de Dios entre nosotros”.
Expresó agradecimiento al padre
Ángel Infante por la acogida y hospitalidad para la realización de este
compartir con los empleados del Arzobispado de Caracas.
Posteriormente, a cada
trabajador le entregó un regalo y una tarjeta con motivo de los festejos
navideños.
Cabe informare que el 8 de
diciembre, el Arzobispo de Caracas emitió su Mensaje Adviento y Navidad, abordando
diversos aspectos de la fe cristiana y asuntos muy específicos de la relación
con Dios y de manera especial con Jesucristo. A continuación el Mensaje de
Navidad del Cardenal Jorge Urosa Savino.
**************************
NAVIDAD EN EL AÑO DE LA FE
MENSAJE DE ADVIENTO Y NAVIDAD
del Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas. 8 de diciembre
de 2012
Antes de comenzar este
mensaje, permítanme unas breves palabras sobre las próximas elecciones que se
efectuarán en los 4 municipios de nuestra Arquidiócesis de Caracas
pertenecientes al estado Miranda. Reitero lo dicho en nuestro Comunicado
publicado recientemente en los medios de comunicación social. ¡Vayamos a votar,
y hagamos honor al compromiso cristiano de trabajar siempre por el bien del
país!
Queridos hermanos: Nos
encontramos ya muy cerca de la Navidad. Junto con la Pascua de resurrección
ella es una de las celebraciones religiosas más Importantes y solemnes de la
Iglesia Católica y del mundo cristiano en general. Este 2012 la celebraremos en
el curso del AÑO DE LA FE, convocado por el Papa Benedicto XVI para invitarnos
a todos los católicos del mundo a renovar nuestra adhesión a Cristo, nuestra
vida cristiana, y sentir la alegría de nuestra identidad católica.
ADVIENTO EN EL AÑO DE LA FE
El Adviento nos prepara para
celebrar con un corazón renovado el nacimiento de Jesús: El Hijo de Dios se
hizo carne en el vientre purísimo de María Santísima, y nació en Belén para que
todos los seres humanos, acogiéndolo por la fe, glorifiquemos a Dios con
nuestras vidas, y trabajemos fervientemente por la paz entre los hombres.
Durante estas semanas la
Iglesia nos invita a acercarnos más a Dios, a dejar a un lado la indiferencia
religiosa y el pecado; a fortalecer nuestra vida cristiana con la oración y la
recepción de los sacramentos, así como con la mortificación de nuestros gustos.
Además, en este Año de la Fe convocado por el Papa, vivir el Adviento y
celebrar la Navidad, implica reflexionar seriamente sobre el don maravilloso de
la fe que hemos recibido, valorarla, celebrarla, y vivir de acuerdo a ella.
María Santísima, una de las
figuras claves del Adviento y la Navidad, es ejemplo vivo de la fe que debemos
profesar: se trata de acoger a Dios en nuestras vidas, y de actuar de acuerdo a
su Palabra, que es palabra de vida eterna. Cristo mismo nos lo dice: “su alguno
me ama guardará mi palabra” (Jo 14, 23). Los venezolanos somos dados a profesar
nuestra fe, pero a descuidar las consecuencias existenciales y morales de la
misma. No podemos decir que somos auténticamente cristianos si vivimos al
margen de la Ley de Dios. Recordemos las palabras de Jesús: “no todo el que me
diga: “Señor, Señor”… entrará al Reino de los Cielos., sino el que haga la
voluntad de mi Padre celestial” (Mt 7, 21). Ese sí entrará al Reino de los
Cielos”
Creer en Jesucristo, nuestro
Señor implica cumplir los mandamientos, amar a Dios por sobre todas las cosas,
y al prójimo como a nosotros mismos. Por eso la fe cristiana tiene
consecuencias e implicaciones sociales. El odio, la violencia, el rencor, hacer
daño al prójimo, la corrupción administrativa, están reñidos con nuestra fe y
son falta grave contra Dios. La indiferencia religiosa, el descuido de nuestra
práctica religiosa, es una grave ofensa a Dios. Por eso, los invito en este
Adviento a renovar la alegría de ser cristianos, y a reafirmar nuestro
compromiso moral de vivir y celebrar nuestra fe, especialmente todos los
domingos, con la participación en la Misa dominical. Rechacemos la patraña
idólatra y falsa de un inexistente “espíritu de la navidad”, y reafirmemos
nuestra fe en Cristo nuestro divino Salvador.
NUESTRA IDENTIDAD CATÓLICA
En esta Navidad, al
contemplar el Pesebre - que no debe faltar en ningún hogar-, los invito a
sentir la alegría de nuestra identidad católica, de nuestra gloriosa condición
cristiana de hijos de Dios, discípulos de Jesucristo, y miembros de nuestra
Santa Iglesia Católica. Por la fe, llegamos a ser hijos de Dios, es decir,
semejantes a Cristo, templos vivos del Espíritu Santo, y partícipes de la
naturaleza divina (2 Pe 1-4). Además, la fe nos hace discípulos y hermanos de
Jesús, el Divino Maestro, que no puede engañarse ni engañarnos, y tenemos la
seguridad de ir con El por el sendero seguro hacia la felicidad y la vida
eterna. Y también, la fe nos hace miembros del pueblo de Dios, la Santa Iglesia
Católica, el nuevo pueblo elegido, la comunidad de los creyentes, donde el
Señor se hace presente por su palabra y de manera especial por los sacramentos.
Los invito a valorar nuestra
identidad católica, la cual poseemos por el don de la fe y por el bautismo. Los
invito a estar a la altura de ella, dejando a un lado el respeto humano. En un
mundo secularizado, que prescinde de Dios, nosotros sabemos que El existe, que
es bueno y poderoso, y está con nosotros; sabemos que su amor se ha derramado
en nuestros corazones. Por eso, no debemos nunca avergonzarnos de nuestra fe.
Por el contrario, debemos valorarla cada vez más, pues es un tesoro que nos
comunica la luz de Cristo, quien nos dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me
siga no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”. (Jo 8,12)
Por esas razones, en este
Año de la Fe, hemos de estudiarla, rezar con frecuencia el Credo, intensificar
más la oración y, sobre todo, recibir los sacramentos, en especial la
Eucaristía, participando en familia cada domingo, Día del Señor, en la Santa Misa.
CONCLUSIÓN:
Los invito a celebrar una
Navidad muy fervorosa, de renovación de la fe, de compromiso fraterno y
solidario con nuestros hermanos los más pobres. Vayamos la Misa de Navidad el
24 por la noche o el 25, y comencemos bien el año participando en la Misa de
Año Nuevo, bajo la protección amorosa de María, a quien proclamamos Madre de
Dios. A su amparo nos acogemos y a ella encomendamos el destino de nuestra
Patria durante todo el próximo año 2013.
Con mi afectuosa bendición
episcopal,
+JORGE UROSA SAVINO,
CARDENAL ARZOBISPO DE
CARACAS.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.