“Ser joven en la Venezuela actual implica asumir más responsabilidades de lo común debido al contexto, lo cual nos convierte en personas resilientes e integrales y esto ha conllevado a la juventud a generar dos perspectivas en las que demuestran y trabajan en un interés por el cambio o no”
Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Esta fue una de las conclusiones surgidas del Congreso de Jóvenes Ignacianos 2024, realizado el viernes 28 de junio, en el Colegio Loyola, en Caracas, que reunió a más de cien participantes de toda Venezuela quienes llegaron en representación de diversos carismas vinculados a la Compañía de Jesús, publicó el portal de la Fundación Centro Gumilla, el pasado 01 de julio de 2024
Bajo el lema “Comprometidos con la transformación social”,
el encuentro fue organizado y convocado por el Movimiento Juvenil Huellas y la
Fundación Centro Gumilla, con el fin de fortalecer el liderazgo juvenil
ignaciano en la dimensión ciudadana y cultura democrática.
Un espacio de participación juvenil desde la mirada cristiana
De acuerdo con Nakary
Delgado, directora nacional de Huellas y coordinadora de la Red Apostólica
Ignaciana (RAI), el congreso estuvo destinado a jóvenes entre 16 y 24 años. “Fue un espacio para reflexionar y analizar
los temas de ciudadanía, democracia y participación juvenil desde la mirada
cristiana”.
Igualmente, sirvió para animar y mantener entre ellos la fe, al tiempo que se escucharon las inquietudes y necesidades que los participantes experimentan en sus distintas realidades y en el contexto nacional, comentó al equipo de comunicaciones del Centro Gumilla.
Fue un encuentro de experiencia de encuentro de cercanía, reflexión y de aprendizaje compartido que nos permite fortalecer las capacidades de ciudadanía, democracia y participación juvenil, inspirados en la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, en un modo de proceder articulado y colaborativo, expresó Nakary Delgado.
Provincial Jesuita invitó a compartir en sinodalidad
La programación contempló
las palabras de bienvenida por parte de la directora del Colegio Ignaciano,
profesora Claudia Oliver, motivando a sacar el mayor provecho posible de la
jornada. Igualmente, el padre Alfredo Infante (SJ), Provincial de la Compañía
de Jesús en Venezuela, los invitó a “compartir en sinodalidad, el camino de ser
cristianos desde la perspectiva ignaciana”.
El jesuita comentó que al
encuentro asistieron grupos con distintos carismas y desde variados lugares de
Venezuela, considerando, además, que se vivió en un contexto país tan adverso.
“El foco fundamental ha sido el tema del cuidado personal, pero también desde
la perspectiva del compromiso social y político”, expresó Alfredo Infante.
Durante su exposición, planteó la siguiente interrogante: “¿Qué hacer desde la visión juvenil para construir la cultura democrática en nuestro país?”.
Retos democráticos al liderazgo juvenil
Durante la mañana los
participantes del congreso ignaciano conocieron las “Herramientas
socioemocionales para el autocuidado juvenil”, ponencia que estuvo a cargo de
Vanessa Quintero. Por su parte, Samuel Díaz, de Construyendo Futuro, habló de
“Jóvenes democráticos y participativos”, relatando su regreso a Venezuela para
luchar por un mejor país.
Otro de los ponentes fue el
Padre Luis Ugalde (SJ) y ex rector de la UCAB, quien desarrolló la ponencia:
“Retos democráticos al liderazgo juvenil”, en tres partes. La primera para
recordar a los jóvenes períodos en la historia venezolana donde la juventud fue
factor determinante para que se produjeran los cambios requeridos en esos
momentos.
El primer periodo comprende desde 1810 a 1825 donde destacó la actividad y compromiso de Simón Bolívar. El segundo periodo va de 1928 a 1925, trayendo a la memoria la actuación de la Generación del 28, determinante en la lucha contra la dictadura de Juan Vicente Gómez. El tercer período comentado a los jóvenes Ignacianos va desde el año 1957 a 1963, en el que organizaciones políticas le dieron forma a la democracia venezolana.
10 mesas de trabajo
La dinámica de la jornada
contempló que los jóvenes reflexionaran y dieran respuestas a diez inquietudes
sobre su realidad, guiados por la investigadora del Centro Gumilla, Melany
Pocaterra, y habilitados en igual mesas de trabajo.
Las preguntas fueron las siguientes:
“¿Qué es ser joven en la Venezuela de hoy? ¿Cómo invitar a la participación en temas de política? ¿Cuál es el papel de los jóvenes en la participación electoral? ¿Cómo entienden los jóvenes el mundo laboral en Venezuela hoy en día? ¿Cómo los afecta la situación actual de la educación en Venezuela? ¿Qué significa la migración en la actualidad? ¿Qué pueden aportar los jóvenes al país? ¿Cómo puede la sociedad hablar de temas de interés para los jóvenes? ¿Cómo responde la educación a los intereses de los jóvenes? ¿Cómo es la propuesta de la iglesia en Venezuela para los jóvenes?”.
Las interrogantes fueron afrontadas abiertamente por la juventud ignaciana, descubriendo hacia dónde se dirige la mirada del sector considerado como el “futuro de Venezuela”.
Finalmente, los jóvenes
consideran que la iglesia es un espacio conformado por ellos mismos. “Es un
lugar que nos enseña de la palabra de Dios promoviendo la fe y los valores Y
proponen que la iglesia promueva el liderazgo de Jesús a través de espacios de
encuentro”.
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