La
iglesia venezolana sabe lo que es perder a sus miembros a consecuencia de la
COVID-19. Para la Semana Santa asume continuar con las medidas preventivas
desde la realidad de cada diócesis, pero exige al gobierno de Maduro “la mayor
colaboración posible”
Ramón Antonio Pérez - Aleteia Venezuela
publicado el 16/03/21
Una reunión formal
y directa entre representantes de la iglesia venezolana y el gobierno de
Nicolás Maduro, al menos de cara a los medios, no ocurría desde hace tres años.
Este 15 de marzo terminó esa “cuarentena” tan hostil como la COVID 19. Dos
objetivos los acercaron: hablar de la Semana Santa y visualizar cómo será la futura
beatificación del Doctor José Gregorio Hernández. Ambos eventos ocurrirán en
medio de la pandemia.
La Semana Santa es
la más inmediata. Por ser la segunda consecutiva que se da en pandemia amerita cierta
urgencia entre las partes. El año pasado, desde el 13 de marzo, el gobierno de
Venezuela declaró el “Estado de Alarma” en prevención de la COVID-19.
Para esa fecha, el
coronavirus ya era una realidad en el mundo, especialmente en Europa y Estados
Unidos. Apenas comenzaba en Latinoamérica. Entonces se dijo que dos personas llegadas
desde Europa: una mujer de 41 años; y un hombre de 52, eran los primeros casos positivos
de coronavirus en Venezuela.
El gobierno debe cuidar a la población
“Estamos empezando una cuarentena colectiva,
una cuarentena social”, dijo Nicolás Maduro al anunciar las medidas. Se suspendía
así “cualquier
tipo de evento de aforo público o que suponga la aglomeración de personas”,
según dice el decreto. Por supuesto, ello incluía las ceremonias religiosas, la
Cuaresma y Semana Santa.
De modo que este 15
de marzo de 2021, a un año de la pandemia, monseñor José Trinidad Fernández,
secretario general de la CEV, y otros obispos, en reunión con Carmen Meléndez,
ministra de relaciones interiores del gobierno de Maduro, decidieron “revisar
las indicaciones” para “la celebración de la Semana Santa en Venezuela”.
De acuerdo con la información
obtenida por Aleteia, la CEV ratificó el conjunto de medidas tomadas en el año
2020, pero manifiesta ante la representante del gobierno gubernamental, “la
preocupación de la Iglesia en Venezuela por el cuidado del pueblo de Dios ante
la pandemia que se vive en el país en la actualidad”.
Cada obispo asume
la realidad en su diócesis, “de acuerdo a las situaciones en las que se
encuentre la jurisdicción eclesiástica”. Pero la CEV pide “la mayor
colaboración posible de las autoridades (…) que permita la óptima celebración
de los días santos”.
Entre las sugerencias dadas a conocer, la CEV precisa tener “en cuenta
las directrices que se emanaron el pasado año 2020, adaptándolas a las nuevas
situaciones actuales”.
Las medidas anti COVID de la iglesia
Visto desde el
lado de la Iglesia, a las puertas de la Cuaresma del año 2020, la decisión se
convirtió en “un duro golpe” para las actividades religiosas en ese “primer año
de la pandemia y, sin embargo, se cumplieron a cabalidad”, se conoció de la
reunión.
Ese año las
medidas preventivas por parte del Episcopado Venezolano, no se dejaron esperar
una vez que el gobierno anunció la implementación del “Estado de alarma”. El mismo 13 de marzo, a través del comunicado los
obispos difundieron las “Medidas
preventivas en el ámbito eclesial ante la presencia del coronavirus
(covid-19)”.
“Evitar
el contacto físico en todos los espacios y celebraciones eclesiales”,
se convirtió en una de las restricciones acogidas con prontitud y de buenas
maneras en los templos.
“Conscientes de la
forma como se propaga el virus, persona a persona, se pide diferir los
encuentros masivos, asambleas, reuniones religiosas o formativas, los actos de
piedad y devoción, hasta que haya pasado el peligro de contagio y las
autoridades sanitarias lo indiquen”, refería el comunicado de la CEV.
Guardar distanciamiento social entre los feligreses en aquellos lugares donde se realicen ceremonias; y restringir el aforo de los templos, se convirtieron en las medidas más practicadas.
También se propuso a los sacerdotes entregar la comunión en la
mano; confesar previo uso de gel antibacterial y tapabocas; transmitir las
misas de forma virtual a través de las redes sociales y demás medios de
comunicación; y suspender las procesiones contempladas durante la Semana Santa
para evitar las aglomeraciones.
La postura del gobierno de Maduro
Durante el
encuentro, la ministra Meléndez insistió en la importancia de mantener la
colaboración mutua para contrarrestar la situación de pandemia, precisa la
información recibida por Aleteia. “Manifestamos nuestro apoyo al 100% de lo que
se necesite, de manera que podamos actuar responsablemente en Semana Santa”,
afirmó Meléndez.
Indicó que el
cerco sanitario será para la protección de los estados mencionados según la
información proporcionada por el ejecutivo nacional, de manera que la variante
del coronavirus mucho más agresiva, no se propague. “Semana Santa es un tiempo
donde la gente va a la Iglesia y los lugares de esparcimiento, pero debemos
restringirlos por seguridad, ser conscientes y responsables, aun permitiendo la
flexibilización”, añade.
Explicó que
recientemente, Nicolás Maduro anunció la aparición de una “cepa brasileña”,
ante lo cual ordenó elevar la protección ante esta variante del Covid-19,
porque se registraron casos en el Distrito Capital y los estados Miranda y
Bolívar.
José Gregorio Hernández motivo de encuentro
Otro punto destacado del encuentro fue la próxima ceremonia de beatificación del Doctor José Gregorio Hernández, para la cual reiteramos el entusiasmo y disposición de nuestro Presidente @NicolasMaduro y de todo su equipo de Gobierno, a trabajar unidos por ese histórico momento pic.twitter.com/jc8QIy0KqJ
— Carmen Meléndez (@gestionperfecta) March 15, 2021
Aunque no hay
fecha confirmada públicamente, hasta el regreso a Venezuela desde Europa del
cardenal Baltazar Enrique Porras, se espera que la ceremonia de beatificación
del Médico de los pobres ocurra a finales de abril (probablemente el 30) o mediados de mayo. En
pandemia.
De modo, que este
punto estuvo en la agenda del encuentro del 15 de marzo. La ministra Meléndez
expresó que están “dispuestos a colaborar con este gran acontecimiento”.
Entretanto, monseñor Tulio Ramírez, obispo de Guarenas y vice postulador de la
causa de José Gregorio Hernández, celebró el entusiasmo de parte del gobierno.
“José Gregorio
Hernández es un aliento de vida en medio de tantas circunstancias difíciles”,
dijo el obispo de Guarenas. Por su parte, monseñor Fernández, resaltó que “la
beatificación es un momento de encuentro para todos los venezolanos”.
Luego Carmen Meléndez, agradeció por la
receptividad de los representantes de la CEV a través de las redes sociales.
“Nos une especialmente la responsabilidad de preservar la salud del pueblo de
fe, tanto en Semana Santa como en la ceremonia de beatificación del Médico de
los Pobres ¡Dios con nosotros!”, escribió.
Visto así, con la Semana
Santa y la pronta beatificación del Doctor José Gregorio Hernández, ambas
actividades en medio de la pandemia, pudieran ser momentos de tregua para que
los venezolanos encuentren el rumbo de un país que nunca debieron perder.
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