Ramón Antonio Pérez | Mar 19, 2018
Alexandra Russian es una venezolana de 43 años. Como la gran mayoría de sus paisanos, ve truncado su futuro en el país que la vio nacer debido a la dura situación política, social y económica por la que atraviesa Venezuela. En conversación con Aleteia, Russian confesó que está preparando sus maletas y documentos para irse a vivir a Chile, “una nación próspera y democrática que valora el esfuerzo de los que luchan por estudiar y salir adelante”.
Abogada de profesión con 22 años de experiencia, Alexandra no ocultó la tristeza por tener que irse del país. Le duele dejar a la familia, a los amigos de toda la vida, pero ante la angustia de ver a su entorno sin alimentos, medicinas, seguridad personal, con una inflación que se cataloga como la más alta del planeta y devora los bajos ingresos de los trabajadores, no encuentra otra salida sino buscar el futuro más allá de las fronteras venezolanas.
“No es fácil vivir en el extranjero, porque tienes que adaptarte a las nuevas exigencias que ese país te impone, si quieres sobrevivir y cumplir tus metas”, admitió. En el país austral será recibida por una ahijada, pero allí también puede contar con varios amigos.
“No tengo entre mis planes regresar”, expresó convencida de la suerte que le espera.
Con todo, la abogada apuesta por un cambio político en Venezuela, pues tiene dos años postergando su viaje esperando ver una luz al final del túnel. “De no suceder lo que tanto deseo me tendré que ir inevitablemente”, subrayó Alexandra con un dejo de tristeza e impotencia.
Hablan los gremios de la salud
Dirigentes de varios gremios también conversaron con Aleteia expresando su preocupación por el creciente éxodo de profesionales que dejan puestos vacantes, “una experiencia que no se sustituye de la noche a la mañana por los años de estudio” y “la preparación” que los ahora emigrantes venezolanos “le han dedicado a sus carreras universitarias”.
Los doctores Douglas León Natera, de la Federación Médica Venezolana (FVM); y Jaime Lorenzo, director general de Médicos Unidos de Venezuela (MUV); así como la licenciada Ana Rosario Contreras, del Colegio de Enfermeros del Distrito Capital, confesaron su intranquilidad por el éxodo que se incrementa día a día. Avizoran que la situación asistencial se profundizará “por la falta de personal especializado para atender a los pacientes poniendo en riesgo sus vidas”, y “la contratación de personas que carecen de experiencia en el área”.
Comentaron que los profesionales afectados objetan las constantes agresiones físicas y morales que sufren dentro y fuera de los centros hospitalarios por parte de los delincuentes que viven en la zona de sus puestos de empleo, situación que pone en riesgo sus existencias.
Aunado a ello la falta de insumos, medicinas, aparatos tecnológicos dañados, los hace sentir “maniatados” para “salvar vidas”, especialmente con los pacientes que sufren enfermedades crónicas que mueren “de mengua” ante la mirada indiferente del gobierno.
Otro de los motivos que los impulsa a dejar el país, son los bajos salarios que devengan y que es devorado sin piedad por la hiperinflación desatada en la debilitada economía nacional. Se quejan también porque no es valorado su talento y los años de estudio en la noble profesión.
En torno a los “numeritos del éxodo”, Natera y Lorenzo discrepan en la materia. El presidente de la FMV sostiene que la diáspora ha alcanzado los 22 mil; por su parte, el directivo de MUV, habla de 40 mil en los últimos 17 años, profundizándose en los tres meses de 2018.
El sector de enfermería, destaca la renuncia de sus cargos de entre 10 a 20 profesionales al día para irse del país. Contreras precisa que en lo que va del primer trimestre, han dimitido de sus puestos de empleo en la Gran Caracas, unos 300 trabajadores. “Venezuela pierde el talento humano que con tanto sacrificio se ha construido”, se quejó la profesional.
Los dirigentes gremiales coincidieron en que los destinos más buscados por los “Batas blancas”, incluyendo al sector de la enfermería, son Sur América (Colombia, Brasil, Perú, Chile, Argentina), Estados Unidos, España, Italia, Alemania donde consideran que esas naciones les ofrecen lo que en Venezuela se les niega.
CNP: 325 comunicadores fuera del país…
La comunicación social del país es otro de los oficios que también ha sido golpeado por la crisis nacional, aunado al constante acoso de las autoridades gubernamentales de turno contra la libertad de prensa que les prohíbe o limita informar sobre la realidad del acontecer nacional, situación que los empuja a ejercer su carrera en otras latitudes.
De acuerdo con las cifras recabadas por el presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP), Tinedo Guía, unos 325 reporteros se han ido de Venezuela.
“La diáspora comenzó desde el cierre de Radio Caracas Televisión ocurrida el 27 de mayo de 2007, cuando el gobierno del extinto presidente de la República, Hugo Chávez, revocó la concesión del canal 2 en señal abierta para darle paso a la pro gobierno TVES”, dijo.
“La diáspora comenzó desde el cierre de Radio Caracas Televisión ocurrida el 27 de mayo de 2007, cuando el gobierno del extinto presidente de la República, Hugo Chávez, revocó la concesión del canal 2 en señal abierta para darle paso a la pro gobierno TVES”, dijo.
Precisó que la mayoría de los agremiados se encuentran en Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Panamá, y Estados Unidos ejerciendo sus carreras, gracias al trato preferencial que las naciones les han otorgado a los profesionales residenciados allí; pero muchos se mantienen en la economía informal y realizando otras actividades para “ganarse la vida”.
Guía informó que actualmente el gremio periodístico venezolano realiza un estudio de seguimiento de los profesionales de la comunicación social que se encuentran en el exterior.
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