El episcopado ratifica su misión
de “reconocer al otro, sanar las heridas,
construir puentes, estrechar lazos y ayudarnos mutuamente a llevar las cargas”
Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic
“En el próximo mes de noviembre celebraremos la Asamblea Nacional de Pastoral con el propósito de entrar en el umbral de los diez años del Concilio Plenario de Venezuela, y asumir con renovado entusiasmo una etapa evangelizadora más fervorosa, alegre, generosa, llena de amor hasta el fin y de vida contagiosa”, como dice Papa Francisco.
Este ha sido uno
de los desafíos expresados durante la instalación de la 104º asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal
Venezolana (CEV), aunado al compromiso de seguir siendo una voz profética en
medio de la realidad nacional, pero motivando el diálogo y tendiendo puentes
para el reencuentro de los ciudadanos.
La apertura se
realizó este lunes 6 de julio en el auditorio “Hermanos Lanz” de la Universidad
Católica Andrés Bello de Caracas, correspondiendo al presidente de la CEV, monseñor
Diego Padrón Sánchez, presentar un análisis del contexto de
la Iglesia universal y nacional, así como de otras temáticas propias y de la
sociedad en general.
Asistieron monseñor
José Luis Azuaje, obispo de Barinas y primer vicepresidente de la CEV; monseñor
Mario Moronta, obispo de San Cristóbal y segundo vicepresidente; el padre
Víctor Hugo Basabe, secretario general, y el padre Polito Rodríguez, en su rol
de sub secretario, además del Cardenal Jorge Urosa Savino como presidente
honorario, y el Nuncio Apostólico, monseñor Aldo Giordano.
“El deterioro
nacional es notable. Junto al desabastecimiento de productos básicos,
consecuencia de la nefasta política económica, caracterizan el momento presente
la gigantesca corrupción en medios gubernamentales, la incapacidad del Gobierno
para frenar la delincuencia, la desmedida represión de la disidencia política,
el creciente descontento popular, la incertidumbre ante el destino del país”,
indicó Padrón.
Pronunció que
“como Iglesia no tenemos propuestas socio – políticas y económicas concretas
que den respuestas a los grandes males que nos aquejan”; no obstante, consideró
que la “propuesta cristiano consiste en reconocer al otro, sanar las heridas,
construir puentes, estrechar lazos y ayudarnos mutuamente a llevar las cargas”.
La novedad del papa Francisco
Respecto al papa
Francisco, destacó que desde “el 13 de marzo de 2013 la Iglesia Universal
y las Iglesias Particulares, como la nuestra, han estado fuertemente marcadas
por la impronta de su personalidad”.
Refirió que
Francisco es una novedad en la Iglesia, “un Papa diferente a sus predecesores”.
En consecuencia, “es necesario descubrir quién es y hacia dónde conduce la Iglesia”,
sostuvo en su discurso inaugural.
“Tengamos en
cuenta que su persona, su doctrina y sus gestos, como los del apóstol Pablo en
los inicios del cristianismo, son admirados y discutidos. Los pobres y las
víctimas lo entienden más que los sabios y entendidos de este mundo”, Mt 11,
25-27.
“Los lejanos se
sienten atraídos por su respeto a todas las culturas y religiones, por su
aprecio a la creación y por su defensa y cercanía a los pobres y excluidos de
la sociedad. A los cercanos nos
llena de alegría la corriente de aire fresco que entra por las ventanas del
Vaticano, que él ha abierto de par en par a todos sin distinción”, acotó.
Año Jubilar de la Misericordia. Así, entre las muchas
actividades del Santo Padre acentuó la convocatoria del Jubileo de la
Misericordia que comenzará el 8 de diciembre de este año y concluirá el 20 de
noviembre de 2016, solemnidad de Cristo Rey.
“El papa
Francisco no quiere que el Año Santo de la Misericordia se reduzca a lo
espiritual y piadoso sino, por el contrario, sea un tiempo propicio, un kairós,
para acoger la llamada a la conversión y comprometerse a luchar contra los
males de la pobreza, la desigualdad y la exclusión”, explicó el también
arzobispo de Cumaná.
Las
propuestas de los asistentes a la asamblea…
La dinámica de la asamblea permitió a los integrantes de la
CEV conocer las temáticas presentes en los distintos escenarios del país,
escuchando de manera abierta las propuestas y análisis de los religiosos,
religiosas y laicos que tuvieron la oportunidad de intervenir, lo que habla de
una Iglesia que dialoga, escucha y comparte.
"Queremos
una Iglesia cercana y protagónica!
“Un punto para la reflexión es el acompañamiento a las
víctimas de la violencia ciudadana, exigiendo el derecho a la vida para tener
mayor voz dentro de la sociedad, demostrando también que la iglesia acompaña,
sufre y padece junto a quienes se enlutan todos los días como consecuencia de
esta violencia”, dijo la Hermana María José González, de Caritas Los Teques.
También refirió que “la iglesia debe vincularse más con el tema
de la defensa de los derechos humanos, superar la ausencia de una
iglesia que no se percibe en la evangelización y en el ejercicio de la caridad;
y no reducirse al ritualismo”.
María Elena Febres Cordero, habló de la necesidad de que las
universidades católicas estén más presentes en todo lo que acontece en
Venezuela, impulsando con motivación y apoyo de los Obispos de una formación de
líderes en Doctrina Social de la Iglesia. “Elaborar
una pastoral socio política para que el laico sepa dar respuesta a los
problemas de la sociedad venezolana”.
También se abordó la necesidad de una pastoral para el adulto
mayor (Tercera Edad); continuar con los diálogos interreligiosos, llevándolos a
las instancias de la base eclesial; acometer pastorales específicas con el tema de la ecología; e
incentivar una pastoral de fronteras, entre otros temas.
Traer más Biblias para Venezuela
Javier
Chacón, en representación de la Sociedad Bíblica de Venezuela, denunció que no hay formas de
acceder a la palabra de Dios ya que en la actualidad no se encuentran Biblias. Durante su intervención pidió se apoyara el conocimiento y difusión de la Biblia. "Los
valores que nos hacen falta están en la
palabra de Dios son el amor y la fraternidad. Tenemos que buscar alternativas
para traer Biblias a Venezuela", durante el encuentro con la Conferencia Episcopal Venezolana.
Hacia una pastoral de fronteras
Por su parte, el arzobispo de Maracaibo, Monseñor Ubaldo Santana Sequera, resaltó aspectos positivos de la actualidad en la frontera colombiana en
cuanto a cuestiones sociales y humanitarias.
"A los Obispos en frontera
corresponde esté interés, así como también a la asociaciones de laicos y
personas consagradas. Tenemos que atender esta problemática porque se han
debilitado los canales", dijo durante su intervención. Refirió que junto a Monseñor Mario Moronta, compartió experiencias pastorales con el Obispo de Cúcuta.
Monseñor José Luis Azuaje: "La Asamblea nacional de Pastoral nos plantea un gran reto"
El Obispo de Barinas y primer vice presidente de la CEV, Monseñor José Luis Azuaje, cree que se viven tiempos de cambios vertiginosos en la Iglesia Católica de Venezuela. "Hemos cambiado. No somos los mismos del Concilio Plenario Venezolano. Desde que se hizo ha habido
cambios", expuso.
"Debemos tener sentido de la solidaridad, ser discípulos misioneros,
ser misioneros y discípulos (...) contemplar al resucitado para darlo a conocer", destacó. Igualmente consideró tener confianza en el laicado Venezolano "no solo el que pertenece a una organización sino aquel que consuela, acompaña
esa pequeña comunidad de base así Jesús se hace presente en nuestra realidad".
"La Asamblea Nacional de Pastoral nos plantea un gran reto ya que debe haber conversión
pastoral integral", concluyó el Obispo de Barinas.
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