Iglesia venezolana recordó sencillez, alegría y profundidad de pensamiento de Benedicto XVI

Monseñor Mario Moronta considera que Benedicto XVI reúne méritos suficientes para ser considerado Doctor de la Iglesia Católica en un futuro inmediato. En el marco de la 119 asamblea del Episcopado Venezolano, se celebró una eucaristía en sufragio por el fallecido Papa emérito

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Publicado el 8 de enero de 2023

Monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, obispo de San Cristóbal participó el sábado 7 de enero de 2023, en la misa en sufragio del fallecido Papa Benedicto XVI que, como antesala de la 119 asamblea plenaria ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana, CEV, se realizó en el Templo Nacional Don Bosco de Altamira.

Moronta tiene buenos recuerdos del cardenal Joseph Ratzinger que luego sería el Papa Benedicto XVI. Trabajó con él por mucho tiempo en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

“Yo tuve la oportunidad de estar varias veces con el Papa Benedicto XVI. Por ejemplo, cuando le entregamos los comentarios del Catecismo de la Iglesia Católica fue una cosa muy especial; él nos llamó la atención y nos dijo que nunca pensó que los obispos escribiéramos”, refirió una vez culminada la eucaristía y dispuesto a participar en la asamblea.

Acentuó el prelado que toda la Iglesia estuvo trabajando en el Catecismo de la Iglesia y sobre todo Benedicto XVI, entonces Cardenal Ratzinger.

Fue él quien le dio el empuje, la espesura, escritura y programación del Catecismo de la Iglesia. Luego yo estuve trabajando en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe por designación de él, para apoyar el trabajo de la iglesia universal.

El obispo de San Cristóbal y primer vicepresidente de la CEV, cree que la sencillez de Benedicto XVI, "su alegría, pero también la profundidad de su pensamiento ha sido uno de los grandes aportes para la iglesia mundial".

A pesar de que la gente consideraba que era conservador fue un hombre muy progresista (...) Yo creo que Benedicto XVI y Pablo VI reúnen los méritos suficientes para en un futuro ser considerados Doctores de la Iglesia.

Cardenal Porras: Benedicto XVI, una vida forjada entre el silencio y la esperanza

El cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo presidió la misa en memoria del Papa Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre de 2022, en El Vaticano, con 95 años de edad.

Su fallecimiento nos invita a dar una acción de gracias orante por la entrega de una vida que se forjó y acrisoló silenciosa y esperanzadamente entre las encrucijadas y contradicciones que todo cristiano y en particular el pastor debe afrontar.

Durante su predicación destacó que el Papa de origen alemán fue “probado como oro en el crisol y aceptado por nuestro buen Padre Dios como holocausto agradable”, dice una nota publicada en el portal de la CEV.

Benedicto XVI le abrió caminos para la búsqueda de la verdad y la belleza, en diálogo con el complejo mundo de pensamientos encontrados, sin imposiciones, superando la opinión, planteada como prejuicio y hasta tentación científica, de que las ciencias naturales por un lado, y la investigación histórica, especialmente en la exégesis, por otro, no estarían en contradicción insuperable con la fe católica, ayudando, con el testimonio de su vida y labor intelectual y doctrinal, a desvanecer las aparentes certezas contra la fe o a integrarlas razonablemente en síntesis más ricas y promisorias entre razón y fe.

Benedicto XVI no fue extraño a nuestros pueblos

“Permítanme detenerme un momento en la relación de Ratzinger-Benedicto, con nuestro continente y nuestra patria, porque no fue un hombre extraño a la realidad de nuestros pueblos”, expresó el administrador apostólico de Caracas.

En su sencillez y humildad le escuché decir que su lejanía geográfica y existencial con nuestra realidad, no lo hacía indiferente, “porque el amor hasta el extremo, no es ajeno a cultura alguna ni a ninguna persona. Sólo la verdad unifica y su prueba es el amor.

El purpurado, resaltó el interés del Papa Benedicto por la realidad venezolana, señalando que, en su condición de Prefecto de la Doctrina de la Fe, recibió a los obispos en las diversas visitas ad limina, desde los años 80 hasta la del 2009, cuando ya era Sumo Pontífice.

Ya Como Papa, Benedicto XVI expresó al episcopado venezolano los retos que debéis afrontar en vuestra labor pastoral son cada vez más abundantes y difíciles, viéndose además en los últimos tiempos acrecentados por una grave crisis económica mundial. Sin embargo, el momento actual ofrece también numerosos y verdaderos motivos de esperanza, de esa esperanza capaz de llenar los corazones de todos los hombres, y que solo puede ser Dios, el Dios que nos ha amado y que nos sigue amando hasta el extremo…os confío de un modo particular a quienes pasan necesidad. Seguid fomentando las múltiples iniciativas de caridad de la Iglesia en Venezuela, de modo que nuestros hermanos más indigentes puedan experimentar la presencia entre ellos de Aquel que dio su vida en la Cruz por todos los hombres.

Porras resaltó la amistad que Benedicto XVI mantuvo con el cardenal Rosalio Castillo Lara, con quien compartió responsabilidades vaticanas de forma sincera y fraterna.

Tuve ocasión de estar con ambos en una ocasión, en la que manifestó que intercambiaban opiniones sobre nuestro país; lo hacían en alemán, me acotó, porque “el cardenal Castillo lo habla mejor que yo.

Monseñor Ignazio Ceffalia, encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, recordó en la misa la vida y legado del Papa emérito Benedicto XVI.

“Él fue uno de los más grandes teólogos de la Iglesia de los tiempos contemporáneos, y a pesar de su preparación y cultura sin iguales, como Pastor, y de la misma manera que los Padres de la Iglesia de los primeros siglos del cristianismo, supo transmitir con sencillez y sabiduría, con un lenguaje claro y accesible a todos, los fundamentos de la fe cristiana. Con su Magisterio y su predicación, ha puesto siempre en el centro de todo a Cristo, crucificado y resucitado, el único Salvador y fundamento de nuestra fe”.

Hasta siempre Benedicto XVI

Una pequeña fotografía oficial de Benedicto XVI quien renunció al papado el 11 de febrero de 2013, estuvo al costado del altar sobre una mesa de la que colgaba un mantel morado; además, tenía una vela encendida y un envase con algunas flores, dando cumplimiento a la sencillez que en su condición de Emérito pidió para sus funerales. Tan pronto culminó la misa fueron retirados. La Orquesta de la parroquia Don Bosco amenizó con sus cantos esta liturgia.