Ante el surgimiento de actos
vejatorios contra pacientes del COVID-19, exigen que la vacunación se realice
“sin excepción ni discriminación alguna”. La iglesia reconoce al menos 17
consagrados fallecidos y cientos de ellos que enfermaron en medio de “su labor
pastoral”, publica Aleteia
Ramón Antonio Pérez - Aleteia Venezuela
publicado el 10/04/21
“Oremos por nuestros sacerdotes en
el mundo entero, en nuestra Venezuela, especialmente aquellos que atraviesan
esta enfermedad del Covid 19. Pedimos muy especialmente por el padre José
Honegger Molina García, nuestro párroco, y nuestro querido padre Jesús Enrique
Peña”, dice la plegaria en el perfil de Facebook de la parroquia “Anunciación del Señor” de Caracas.
El padre José Molina es el vicario episcopal de medios de comunicación de la Arquidiócesis de Caracas. Fue internado en un centro médico privado junto a su progenitor, de acuerdo con la información aportada por el vicario general, Armelin De Sousa Andrade, mediante anuncio oficial difundido el 8 de abril.
Momento de oración y solidaridad
“Los presbíteros y diáconos,
que están incardinados y adscritos en la Arquidiócesis, cuentan con mecanismos
que se activan para cuidar su salud”, explicó. Sin embargo, con el
objeto de evitar confusiones, agradece “todas las iniciativas generadas a
partir de la petición de los medicamentos”. De Sousa informó que Jesús Peña fue
trasladado a un centro médico adscrito al Ordinariato Militar de Venezuela. Sus
peticiones son concretas.
“En estos momentos se necesita de
mucha oración”; pero también, son importantes “todas las donaciones que podamos
recibir (económica o en medicinas) de parte de nuestra feligresía, pues sabemos
que se vienen gastos propios para la atención de nuestros sacerdotes”, indica
en el anuncio oficial.
Es la realidad de los sacerdotes y
religiosos en Venezuela: padecen en silencio la terrible pandemia, en un
país carente de medicamentos, pero saturado de indolencia por parte de las
autoridades del Estado. Muchas veces, por humildad, los sacerdotes no
solicitan los medicamentos, pero es la misma situación de los demás
venezolanos. No se conoce el número exacto de contagiados, pero evidentemente,
la cifra aumentó durante la Semana Santa.
Expuestos por su misión pastoral
Monseñor José Trinidad Fernández,
secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), dio a conocer
la cifra aproximada de fallecidos por la pandemia. “Al menos 17
religiosas y sacerdotes venezolanos han muerto por la pandemia del Covid 19. Y
varios cientos se han enfermado”, dijo a un medio digital de Caracas.
“Seguimos trabajando y cercanos a la gente. Cada cual acompaña a los fieles de sus parroquias”, expone el obispo auxiliar de Caracas. “Los párrocos están muy expuestos por su misión pastoral”.
“Algunas cosas pueden hacerse por vía digital y hemos tratado de ser creativos,
pero otras no. Aunque nos cuidamos, estamos muy expuestos al contagio de
coronavirus. Es una especie de lotería. A veces te proteges mucho pero igual
resultas contagiado”, dijo Fernández.
Comentó que los sacerdotes siguen
ofreciendo la Unción de los enfermos porque “es un sacramento de
vida, que busca la curación de la persona o en caso que Dios disponga,
prepararse para el encuentro definitivo”, afirma.
“Seguimos muy atentos, sobre todo, a los religiosos en los barrios que deben manejar con cautela la intensidad pastoral de sus fieles que siempre los necesitan. Más en esta realidad venezolana”.
Oficialistas marcan viviendas de pacientes Covid
En efecto, la realidad de Venezuela
es muy dura. Junto a las carencias propias del sector salud:
instalaciones destartaladas, falta de medicamentos, equipos obsoletos, faltas
de equipos de bioseguridad y sueldos insuficientes, surge un nuevo problema:
la discriminación. Se observa con una parte que “privilegia” a determinados
pacientes; y, con los planes de aplicación de las vacunas.
“Continúa la discriminación
por parte de los entes oficiales en contra de la población”, denunció
este 8 de abril la ONG Médicos Unidos de Venezuela. Indican que en la cuenta de
Twitter del IVSS anuncian que el Sistema Patria (el mismo del discriminatorio
Carnet de la Patria) estará convocando a los adultos mayores a participar en
una supuesta jornada de vacunación. “¿Qué hacen los que no están
inscritos?”, se preguntan desde la ONG.
Por otra parte, recientemente, un
alcalde allegado al gobierno de Nicolás Maduro -con prácticas parecidas a las
del régimen de Adolfo Hitler- comenzó a “marcar” las viviendas de los pacientes
con Covid-19, en el municipio Sucre del estado Yaracuy. Ello trajo una ola de
indignación en Venezuela. El temor es que esta “idea” sea replicada en otras
regiones.
Según el artículo 69 de la Ley
Orgánica de Salud, los pacientes tienen derecho al “respeto a su dignidad e
intimidad, sin que pueda ser discriminado por razones de tipo geográfico,
racial, social, sexual, económico, ideológico, político o religioso”. “¿Lo
sabe el alcalde Adrián Duque?”, fue uno de los comentarios del abogado
y obispo de Yaracuy, monseñor Víctor Hugo Basabe.
Obispos piden vacunación sin
discriminación
Aunque este 9 de abril, el alcalde
se “disculpó”, dejó acelerada la inquietud de discriminación en la población.
De hecho, otra de las preocupaciones es que las vacunas sean “exclusivas” para
la “clase gobernante y sus allegados”, y no para todos los sectores. La
inquietud fue captada por la CEV, en medio de las protestas del personal
sanitario y la nueva realidad de discriminación y chantaje.
Por eso, el 8 de abril, los obispos
solicitaron con urgencia que la vacunación contra la Covid-19 se realice en
todo el país. “El pueblo tiene el derecho a ser debidamente atendido
tanto en la prevención como en los cuidados médicos necesarios”, dice
una parte del comunicado.
La vacunación debe realizarse “sin
excepción ni discriminación alguna”, exigen los obispos venezolanos al Ejecutivo
Nacional, autoridades sanitarias y a las instancias públicas y privadas. El
Episcopado exhorta a buscar un acuerdo con la adecuada y científica asesoría de
especialistas, “a fin de conseguir las mejores vacunas que puedan ser
aplicadas a la totalidad de la población”.
“Asimismo, pedimos a las naciones
del mundo y a los organismos multilaterales que tienen que ver con la
distribución de dicha vacuna dar los pasos ciertos para colaborar con nuestro
pueblo al permitir el envío de dichas vacunas sin que eso signifique una dura
carga para nuestra nación golpeada por una grave crisis desde hace varios
años”, expresa la Conferencia Episcopal Venezolana.
La iglesia llora en silencio a sus
muertos
La iglesia conoce lo que es perder a
sus miembros y lo importante de la vacuna para contrarrestar las muertes. Entre
sus fallecido más recientes a causa del coronavirus, se encuentra el sacerdote
Moisés Pérez Lugo, párroco de San Martín de Porres, en Valencia (Carabobo).
Tenía 59 años y 34 de sacerdocio.
“Es el tercero que muere por
covid-19 en ese estado”, reseña El Estímulo. Además, en septiembre murió
el padre Alex Guillermo González Graterol, de 64 años, párroco de Nuestra
Señora del Carmen y un mes después, el padre Julio Ramón Rodríguez García,
párroco de San Blas, de 61 años.
Entre los 17 sacerdotes fallecidos,
según la información aportada por el secretario general de la CEV, se cuenta,
el obispo de Trujillo, Castor Oswaldo Azuaje, quien falleció en enero de este
año. Tenía varios días hospitalizado en una clínica de Valera, con
padecimientos generados por el COVID-19.
Este 9 de abril se conoció el
fallecimiento de dos obispos eméritos: Helímenas Rojo Paredes, de 94 años de
edad, quien fue arzobispo de Calabozo, a causa de problemas de deshidratación
que obligaron su hospitalización; y César Ramón Ortega Herrera, de la diócesis
de Barcelona, de 82 años, con problemas derivados de la Covid 19.
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