Ante la próxima beatificación del “Médico de los pobres”, pautada para el 30 de abril en Caracas, el investigador responde algunas inquietudes: “¿Cómo es el proceso de beatificación y canonización? ¿Cuál es la diferencia entre beato y santo?”
Pedro Reinaldo Bravo
Caracas, 18 de abril 2021
El próximo
30 de abril del año 2021, en la capilla del Colegio La Salle, en el sector La
Colina de Caracas, será la ceremonia de beatificación del Venerable Doctor José
Gregorio Hernández Cisneros. El rito litúrgico será presidido por el Cardenal
Pietro Parolín, secretario de Estado del Vaticano y quien fuera Nuncio Apostólico
en Venezuela, en calidad de enviado del Papa Francisco.
A
partir de esa fecha, José Gregorio Hernández será el cuarto beato venezolano, y
al mismo tiempo el primer laico, primer trujillano, primer médico y profesor
universitario, y el primer hijo de la Tercera Orden de San Francisco nacido en
esta tierra de gracia, que sube a los altares. Dios mediante, el Cardenal Parolín
en nombre del Papa leerá la fórmula de beatificación y lo declarará Beato. Desde
ese día se puede celebrar su memoria y rendir culto público en los templos y
capillas de Venezuela.
Será la
tercera ceremonia de beatificación que se realizará en Caracas, las dos
primeras ocurrieron en el estadio universitario: Madre
Candelaria de San José, el 27 de abril de 2008, y Madre
Carmen Rendiles, el 16 de junio de 2018. En cambio, la primera beata de
Venezuela, Madre San
José, fue beatificada durante una ceremonia realizada en el
Vaticano, el 17 de mayo de 1995.
Los venezolanos,
tantos los que vivimos en el país como los que están en otros países,
seguiremos con alegría la beatificación de este gran venezolano que vivió la
santidad en todo momento, practicando la caridad a través de la medicina y en
las aulas de la Universidad Central de Venezuela. Se trata de un anhelo el
pueblo venezolano desde que se inició el proceso de beatificación en el año
1949.
Diferencias entre beato y santo
Ante la llegada de este acontecimiento, es importante tener en cuenta la diferencia entre ser Beato y Santo, pero es necesario conocer previamente los pasos para llevar a una persona a la gloria de los altares. Cuando una persona muere en fama de santidad el Obispo diocesano junto con el postulador introduce la causa ante la Santa Sede presentando un informe sobre la vida y las virtudes del candidato para la santidad.
La Congregación para las Causas de los Santos estudia y
analiza el informe presentado y si no encuentra objeciones emite el decreto “Nihil Obstat” (sin obstáculo), es decir, nada impide iniciar el proceso
para la santificación del candidato presentado. Seguidamente el Obispo Diocesano
emite el decreto de introducción de la causa y declara al candidato “Siervo de
Dios”, correspondiendo con esto a la primera etapa del proceso de Beatificación
y Canonización.
Luego se inicia la segunda etapa que es declarar al Siervo de Dios “Venerable”. Para esto el Obispo nombra un tribunal que tiene la responsabilidad de estudiar con profundidad la vida y virtudes del Siervo de Dios y entrevistar a los testigos que están vivos y que lo conocieron.
También, el Obispo nombra una comisión de Censores Teólogos que se encargan de estudiar los escritos que el Siervo de Dios haya dejado, con la finalidad de conocer si están acorde a las enseñanzas de la Iglesia.
¿Cómo es el proceso en la fase romana?
Todo lo señalado constituye la fase diocesana, y una vez que el tribunal
y los censores teólogos hayan culminado con lo concerniente a la vida y los
escritos del Siervo de Dios, se envía la documentación a la Congregación para
la Causa de los Santos de la Santa Sede. Allí comienza la fase romana donde se
nombra un relator que prepara un documento que se llama “Positio” donde se incluye
la vida y virtudes del Siervo de Dios, los testimonios de los testigos y los
escritos que hizo en vida.
La Congregación estudia la Positio, y si resulta favorable previa
aprobación de la Comisión de Teólogos y posteriormente la aprobación de
Cardenales y Obispos, se presenta al Santo Padre en la que aprueba y promulga
el decreto sobre la heroicidad de las virtudes y lo declara Venerable.
Una vez declarado Venerable se comienza el otro paso que es declararlo
“Beato”. Para ello se requiere un milagro que generalmente es de una curación
repentina, total e inmediata gracias a la intercesión del Venerable ante Dios. Así,
podrán presentarlo como modelo de vida, de intercesión ante el Señor y rendir
culto.
En el caso de los mártires no se requiere el milagro para la beatificación.
Cuando se presenta un presunto milagro de curación, el obispo nombra un equipo de médicos para su estudio y ver si cumple con los requisitos de la Santa Sede. Si se aprueba se envía toda la documentación a la Congregación para la Causa de los Santos donde una comisión de Médicos estudia el caso. En caso de ser favorable se envía a la comisión de Teólogos, la cual previo estudio lo aprueba o rechaza.
De contar con la aprobación, es enviado a la comisión de Cardenales y Obispos. Una nueva espera, pero si el veredicto es favorable se emite el decreto de aprobación y el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos lo presenta al Santo Padre, a quien le corresponderá aprobar y firmar el decreto autorizando la beatificación y determinar la fecha para el rito litúrgico.
¿Dónde le rendirán culto a José Gregorio?
Beatificar
es nombrar al Venerable “Beato”, esto quiere decir bienaventurado o feliz, es
decir, que está en la presencia de Dios y se le puede rendir culto público únicamente
en una región o país determinado.
En el
caso de José Gregorio Hernández su culto será solamente en Venezuela y, por
tanto, los templos y capillas pueden tener una imagen o cuadro de él y celebrar
su memoria en la fecha que la Iglesia disponga. Para los venezolanos que están
en otros países, pueden celebrar también su memoria como comunidad venezolana,
previo acuerdo con el párroco del lugar.
Para
que sea nombrado oficialmente Beato se requiere el acto de Beatificación, el cual,
aunque es una ceremonia pontificia el Santo Padre puede nombrar un delegado
para que lo represente y lea el decreto de Beatificación, pudiéndose realizar
el rito litúrgico en la diócesis donde se promovió su causa.
Durante
la ceremonia, el cuadro del futuro Beato estará cubierto y el Obispo pide al
Papa a través de su representante, -en el caso de José Gregorio Hernández será
el Cardenal Baltazar Porras como Administrador Apostólico de Caracas quien hará
la solicitud- para que incluya al médico de los pobres en el número de los Beatos
y reseña brevemente sobre su vida.
Posteriormente
el Cardenal Parolín como delegado papal tendrá la responsabilidad de leer el
decreto de Beatificación declarando con palabras similares que el “Venerable
Siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros a partir de ahora y en adelante
sea proclamado con el nombre de Beato”. Al finalizar la lectura del decreto papal se desvela el cuadro
presentando oficialmente a la asamblea al nuevo Beato de la Iglesia. También se
presenta su reliquia, previamente exhumada antes de la ceremonia, como
requisito para ser enviada a Roma y para la veneración de los fieles.
La última
etapa de este proceso es la Canonización en que el Beato es declarado oficialmente Santo y se puede rendir culto público en toda
la Iglesia. Para la Canonización se necesita un segundo milagro que haya
ocurrido después de la Beatificación (para el caso de los mártires es el
primero y último), y para la aprobación la Congregación para la Causa de los
Santos repite todos los pasos mencionados para el primer milagro. Una
vez que el Santo Padre firma el decreto de aprobación del milagro por
intercesión del Beato, anuncia a los Cardenales y a la Iglesia la fecha de la
ceremonia.
En la
Canonización es el Papa quien preside y generalmente se realiza en Roma. En la
ceremonia el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos presenta
al Papa el Beato o los Beatos cuyos cuadros están desvelados previamente y lee
brevemente sus vidas. Luego se canta las letanías de los santos y después el
Papa lee la fórmula de Canonización en la que el Beato o los Beatos son
declarados Santos. Sus nombres quedan inscritos en el catálogo de los santos y
reconocidos en toda la Iglesia.
Damos gracias a Dios por el regalo de la beatificación del Doctor José Gregorio Hernández Cisneros. Aunque la ceremonia no será un acto multitudinario debido la pandemia, será en cambio un acto en que los corazones de los venezolanos nos uniremos espiritualmente en la alegría y la fe desde los lugares donde estemos para agradecer a la Santísima Trinidad por la elevación a los altares de este gran hijo y orgullo de Venezuela.
¡Qué mejor manera de celebrarlo que teniéndolo
como modelo a seguir para alcanzar la santidad a la que todos estamos llamados!
Oremos también para que un futuro cercano se tenga el segundo milagro para su
Canonización y así su memoria pueda ser celebrado en toda la Iglesia Universal.
Que así sea.
3 Comentarios
Excelente explicación sobre el proceso que debe pasar una persona para llegar a ser santo.
ResponderEliminarMuy buen artículo amigo y te felicito ya que considero, que ningún proceso de ésta índole no es nada fácil y lleva un gran trabajo que involucra muchas personas ya que al final se cosechan los frutos de este gran esfuerzo. DTB
ResponderEliminarExcelente.
ResponderEliminarGracias por tu nota.
Dios le bendiga¡!
Comentarios de Nuestros Visitantes
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