Monseñor Feliciano González fue ordenado
sacerdote el 24 de octubre de 1943 de manos de monseñor Lucas Guillermo
Castillo, entonces arzobispo de Caracas, a la edad de 22 años; y falleció el 13 de diciembre de 1986, con 65 años de
edad
Caracas, 25 de marzo 2021
El pasado sábado
20 de marzo del presente año 2021, en la diócesis de Maracay se comenzó la
celebración del centenario del nacimiento de quien fue su segundo obispo:
Monseñor Feliciano Rafael González Ascanio. Rigió la diócesis durante 24 años,
desde 1962, hasta su fallecimiento en 1986.
Monseñor Feliciano González nació en Guatire, estado Miranda el 20 de marzo de 1921, hijo de don Feliciano González y doña Luisa Jacinta Ascanio.
Después de haber realizado sus estudios de primaria y guiado por el presbítero Rafael Arias Blanco, párroco de Guatire en aquel entonces y futuro Arzobispo de Caracas, ingresa en 1932 al seminario menor de Caracas donde cursa su bachillerato bajo la dirección de los padres jesuitas.
Al culminar el bachillerato ingresa al Seminario Interdiocesano Santa Rosa de Lima donde cursa los estudios de Filosofía y Teología. Fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1943 de manos de monseñor Lucas Guillermo Castillo, Arzobispo de Caracas a la edad de 22 años.
En la Arquidiócesis
de Caracas donde estuvo incardinado ejerció los siguientes cargos: vicario
cooperador de la parroquia San Juan en Caracas; párroco de Cagua, estado Aragua
en los años 1945 a 1950 (en aquel entonces el territorio aragüeño pertenecía a
la Arquidiócesis de Caracas); párroco de la parroquia de Catia en Caracas en
los años de 1950 a 1953; y luego viaja a Europa para estudiar todo lo referente
a la Juventud Obrera Católica (JOC).
El Cardenal José Alí Lebrún, su gran amigo que en gloria esté, en un artículo dedicado a Monseñor Feliciano con motivo de su muerte en 1986, señaló que los ideales con los obreros nacieron en él en una conferencia que, sobre la Acción Católica dictó un padre jesuita en 1936 en el seminario Interdiocesano. De acuerdo a las palabras del Cardenal: “Estas fueron para Feliciano la revelación de una actividad que se entregó en alma y cuerpo”.
El Hijo del trabajador fue su lema episcopal
Desde 1955 hasta
1962 prestó servicios en el arzobispado de Caracas siendo secretario de
Monseñor Rafael Arias Blanco, Arzobispo de Caracas. Teniendo experiencia en el
trabajo con los obreros ayudó en la redacción de la famosa carta pastoral de
monseñor Arias Blanco, publicada el 1 de mayo de 1957, festividad de San José
Obrero con la que se inició la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez.
En 1958 el Papa
Pío XII crea la Diócesis de Maracay comprendiendo todo el estado Aragua y
nombra para regirla a Monseñor José Alí Lebrún que fue su primer Obispo. En
marzo de 1962, Monseñor Lebrún es trasladado a la Diócesis de Valencia por el
fallecimiento de su pastor Monseñor Gregorio Adam, y queda vacante la Diócesis
de Maracay.
En julio de ese
año, Su Santidad Juan XXIII nombra al entonces presbítero Feliciano González
Obispo de Maracay, quien recibe la
consagración episcopal el 2 de septiembre de 1962 de manos del Cardenal José
Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas en la Catedral de Maracay. Fueron
sus co-consagrantes Monseñor José Alí Lebrún, Obispo de Valencia y Monseñor
Luis Eduardo Henríquez Jiménez, Obispo Auxiliar de Caracas.
Desde ese día hasta
su fallecimiento se entregó verdadera y completamente a sus labores como pastor
de la grey aragüeña, y para no olvidar su compromiso con los trabajadores al
elaborar su escudo episcopal, puso como lema: “Fabri filius” que significa el
Hijo
del Trabajador.
En sus 24 años
como Obispo de Maracay realizó varias labores pastorales en beneficio de la
diócesis: fundó el seminario menor “María Madre de la Iglesia” en las Acacias; restauró
la Catedral de Maracay y otros templos; creó cuatro nuevas parroquias e impulsó
la construcción de varios templos; visitaba frecuentemente las parroquias de la
diócesis.
Inicia proceso de beatificación de la Madre María de San José
Siempre su agenda
estaba repleta de viajes al interior del estado Aragua para estar en contacto
con las comunidades parroquiales.
Le correspondió iniciar el proceso de beatificación de la hoy Beata María de San José, fundadora de las Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús.
También en su
episcopado Monseñor González puso la primera piedra donde actualmente funciona
el seminario María Madre de la Iglesia, cerca del cardiológico en Maracay;
construyó y levantó la hermosa residencia y curia episcopal donde funciona en
la actualidad.
Fundó junto con el
licenciado Miguel Suárez (notable laico y periodista quien prestó valioso
servicio a la Diócesis de Maracay, que en gloria esté) el Departamento de Medios
de Comunicación Social de la Diócesis, con la página diocesana “Camino,
Verdad y Vida”. Salía publicada los domingos en los diferentes
periódicos impresos de Aragua: El Siglo, El Aragüeño y el Periodiquito, y se
mantuvo aún después de su muerte por muchos años. Monseñor Feliciano tenía su
columna semanal comenzando con el título “El
Obispo Dice” y después el nombre del escrito de ese domingo.
También Monseñor
Feliciano trabajó en el fomento de las vocaciones sacerdotales que fue su gran
preocupación durante todo su episcopado ante la escasez de clero nativo por lo
que en sus homilías hablaba sobre este problema, y seguía de cerca la formación
de los seminaristas visitandolos frecuentemente. Comenzó a trabajar también con
los jóvenes de la diócesis, naciendo la pastoral vocacional y juvenil que
empezaron a dar sus frutos después de su fallecimiento.
Devoto de la Virgen de Coromoto
Otro aspecto de Monseñor
González es que fue un gran devoto de la Santísima Virgen de Coromoto. Iba
anualmente a Guanare el 2 de febrero, día que se celebra la entrada de la
sagrada reliquia que dejó la Madre de Dios al indio Coromoto en la ciudad de
Guanare, y siempre exigía a los párrocos que la imagen de la Patrona de
Venezuela debía estar expuesta a la veneración de los fieles. Fue también un
gran admirador del Libertador Simón Bolívar.
Es digno mencionar
que cuando Monseñor José Alí Lebrún, siendo Arzobispo de Caracas cumplió sus
bodas de plata episcopales el 2 de septiembre de 1981, Monseñor Feliciano
pronunció la oración sagrada en la Eucaristía de acción de gracias en la
Catedral de Caracas, con la particularidad de esa homilía que trató la figura
del obispo hablado y explicado por personajes venezolanos entre ellos Monseñor
Ramón Inocente Lizardi, Cardenal José Humberto Quintero y hasta del Libertador
Simón Bolívar, entre otros.
Monseñor Feliciano
González falleció a causa de una enfermedad hepática el 13 de diciembre de 1986. Su
muerte enlutó a todo el estado Aragua y en la prensa regional y nacional
refirieron este hecho. La solemne Misa exequial que se realizó 16 de diciembre,
fue presidida por el Cardenal José Alí Lebrún, concelebrada con todo el
episcopado venezolano y con oración fúnebre de Monseñor Luis Eduardo Henríquez
Jiménez, Arzobispo de Valencia, fue una de las más grandes manifestaciones de
cariño y respeto que se tributó a este pastor que se entregó con amor de padre
y pastor al estado Aragua.
Son muchos los
aspectos que se podría decir de este gran pastor. Sus obras y enseñanzas son
dignas de imitar por el clero de cualquier diócesis, de mantener su legado en el
tiempo y escribirse un libro sobre su vida para que las futuras generaciones lo
conozcan y sigan el ejemplo de este gran Obispo que fue Monseñor Feliciano
González, el Hijo del Trabajador.
NOTA DE REDACCIÓN: El 20 de marzo 2021, el cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, presidió una misa en acción de gracias por la vida de monseñor Feliciano González, en la Catedral de Maracay. Acompañado de monseñor Enrique Parravano, obispo de la diócesis de Maracay, recordó al creador de la Juventud Obrera Católica en Venezuela, en los 100 años de su natalicio. Porras lo describió como un pastor abierto siempre a todos los sistemas de pensamiento. Durante la eucaristía usó el pectoral y el anillo episcopal de monseñor Feliciano González.
1 Comentarios
Un gran GUÍA ESPIRITUAL. Un formador de los Laicos de la Diócesis de Maracay.
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