Facebook-Serenella Rosas Flunger
La
escasez de agua potable llevó a asumir, a esta periodista experta en
gastronomía, la tarea encender y apagar el hidroneumático de su comunidad. Ha
podido morir cualquier vecino pero fue ella quien entregó su vida en coherencia
con la solidaridad que siempre practicó…
Dic 10, 2019
La promesa de Jesús
a los suyos, de recibir en herencia el Reino preparado desde la creación del mundo
a quienes vivan a plenitud las obras de misericordia, la solidaridad y el amor entre
semejantes, y cuyas condiciones se recogen en el Evangelio de Mateo, con la
frase: “Venid, benditos de mi padre (…) porque tuve sed, y me disteis de beber…”,
cobró vigencia en la Venezuela de estos tiempos, con el trágico final de la
periodista Serenella Rosas Flunger.
Su muerte ocurrió el 28 de noviembre,
cuando se disponía según su “turno”, a encender o apagar muy temprano la bomba de
agua que surte a sus vecinos en Caracas.
“Ha
sido un accidente trágico que en una situación de vida normal, nunca hubiese
ocurrido”, se lamentaban los directivos y miembros del Colegio Nacional
de Periodistas, seccional Caracas, el viernes 6 de diciembre, durante el acto
de presentación del balance de gestión de este gremio al que estuvo asociada y
muy activa Serenella Rosas.
Recordaron que
la falta de agua potable que sufren los venezolanos, asociada a la crisis
humanitaria que los azota, también se marcó en el destino de Serenella, cual moderna
samaritana que nació en Caracas el 14 de diciembre de 1960. “Lamentablemente,
el drama de la falta de agua en Venezuela, la convirtieron en la nueva víctima
del régimen instaurado desde hace más de 20 años”, murmuraban algunos colegas todavía
apesadumbrados.
Edgar Cárdenas, secretario
general del CNP Caracas, en conversación con Aleteia, indicó que el
acto estuvo muy emotivo al recordar las cualidades de Serenella. “Participó
desde los años 80 en el sindicato de profesionales de la radio, cine y
televisión. Desde allí se incorporó al CNP donde ocupó la vicepresidencia del
Instituto de Previsión Social y actualmente desempeñaba la secretaría adjunta
de cultura y formación profesional”.
El accidente fue generado por la falta de agua
Facebook-Serenella Rosas Flunger |
El día 28 de
noviembre, un sonido distribuido por los vecinos de su edificio Florisan de Caracas, narra que al menos
tres veces al día al día era necesario supervisar el tanque de agua de esta
residencia, como en todos los de
cuadra, para conocer si había llegado el líquido, encender la bomba y
distribuirlo hacia los apartamentos. “A las 7 y 25 minutos de la mañana se escuchó
una fuerte explosión”, dijo la vecina. El compresor hizo estallar un
pulmón del cuarto de bomba desprendiéndose de la base e impactando contra la
periodista.
“Los bomberos revisaron
la tubería y vieron que el diámetro era muy reducido y la presión hizo que
explotara”, relataba la vecina tras recibir la información. “Es decir, uno no
sabe que con esa prendedera y apagadera de la bomba desde que no tenemos agua
corrida, las tuberías se tapan como se tapan las venas del cuerpo y el corazón
explota (…) y mató a nuestra compañera, amiga y vecina que estaba haciendo un
servicio a la comunidad”, dijo.
Susana Rafalli,
experta en seguridad alimentaria y acción humanitaria, escribió un conmovedor
hilo en Twitter. “Murió instantáneamente cuando le estalló la bomba de agua
cumpliendo como vecina con su turno de encender y apagar, en el plan de
racionamiento que casi todos hemos tenido que montarnos. No es esta una muerte
solemne para Serenella Rosas”. “He podido ser yo. Me hubiera muerto entre 7:00
y 7:30 de la mañana o entre 7:00 y 8:00 de la noche que es que puedo tener
agua. Y has podido ser tu o cualquier otro venezolano corriente, vulnerado,
saqueado, y destituido de su acceso hasta al agua potable”.
Se labró su propio camino
Serenella Rosas era
hija de Dora Flunger y Jesús Rosas Marcano, quien nació en la Isla de Margarita
el 5 de enero 1930 y falleció en Caracas el 7 de mayo del 2001. Su padre fue un
reconocido educador, periodista, profesor universitario, poeta y compositor de
canciones populares como “Botaste la bola”, “Negro como yo” y “María Paleta”,
entre otras piezas, que magistralmente fueron interpretadas por la agrupación
“Un solo pueblo”.
“Sin embargo, Serenella
supo labrarse su propio camino”, dijo Edgar Cárdenas. “En ningún momento su
padre significó una sombra para ella; por el contrario, ella pudo destacar por
su propios méritos y en áreas tan interesantes como el periodismo gastronómico
que es poco explorado en Venezuela y que ella logró activar sobre todo en la
investigación”, acotó.
Recibió su
formación profesional en la Universidad Central de Venezuela, y formó parte de la
redacción de El Observador de Radio Caracas Televisión (Rctv) y del Servicio
Iberoamericano de Noticias de España. Durante más de tres décadas se dedicó a
la producción audiovisual, producción cultural en medios y a la gastronomía
venezolana, siendo una reconocida chef del restaurante La Factoría del Enano hasta el año 2012.
Serenella
destacó en un programa “Bueno, bonito y sabroso”
transmitido por Radio Uno 1340 AM; el portal web de Radio Comunidad; Radio 88.1
FM Adulto Joven; así como en su Blog y Facebook del
mismo nombre, cuyo último trabajo publicó el 23 de noviembre.
Durante
la asamblea de periodistas, se proyectó el video: “Serenella siempre con nosotros”,
como una manera de recordar la “solidaridad compulsiva” que la caracterizó, y
que de alguna manera la involucró con su comunidad en cuyo “turno” para
verificar la “llegada” del agua le trajo la muerte.
“Gracias Sere, por tu
espiritualidad, por tu sensibilidad en los momentos de dolor ajeno, cuando
sabías escoger las palabras que fueran bálsamo en las horas de pesar”, expresa
el video entregado a Aleteia por el CNP Caracas.
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