Durante la misa
exequial del 2 de enero, el cardenal Urosa recordó el trabajo del
sacerdote de origen belga, indicando que cumplió “una vocación específica en el
campo de lo social”
Ramón Antonio
Pérez // @GuardianCatolic
Caracas, 4 de enero de 2019
El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo
emérito de Caracas, consideró al padre Janssens “un hombre extraordinario y de
gran empuje misionero, con una vocación específica en el campo de lo social”. Así lo decía durante la misa exequial que presidió el pasado 2 de enero. El sacerdote había fallecido el domingo 30 de diciembre pasado por motivos de salud.
“Al despedirlo, lo hacemos con gratitud inmensa por todo el servicio que
realizó aquí en nuestra iglesia de Caracas y en muchos lugares de Venezuela.
Ese espíritu de optimismo, de servicio y de entrega, es algo que nosotros le
agradecemos”, añadió.
Fueron muchos los recuerdos que el cardenal
Urosa expresó durante la misa que presidió acompañado por monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, monseñor José Ángel Divasson y varios sacerdotes de origen belgas, además de las religiosas responsables de las vicarías de Caracas y directivos del Grupo Social CESAP. Durante la ceremonia transmitió las condolencias en nombre del cardenal Baltazar Porras Cardozo, administrador apostólico de Caracas.
Habló del programa Acompañando en Esperanza, que el
grupo social CESAP en alianza con la Arquidiócesis de Caracas cumple en varias parroquias
de la metrópolis. “Se trata de una ayuda para evitar la desnutrición en niños que son atendidos en comedores de Caracas, contribuyendo así a superar
la decaimiento alimenticio que vive el sector más pobre y golpeado de
Venezuela”, indicó.
Recordó la
llegada de Janssens desde Bélgica así como su trabajo social y pastoral
desarrollado en Caracas y varias ciudades de Venezuela, especialmente el vinculado
con los jóvenes y sus diversos emprendimientos en favor de la gente.
También hizo
un llamado para seguir el ejemplo de estos “Padres Belgas”, que como Janssens, “dejaron
su tierra para trabajar en nuestro en medio de las calamidades del momento”.
Educación y trabajo popular
Diana Vegas
Castro, presidenta del grupo social CESAP, relataba antes del oficio religioso que “el
padre Janssens llegó a Venezuela en 1965 e inmediatamente comienza a trabajar
con los jóvenes de Lídice en Caracas, porque sus referentes fundamentales son
los sectores populares y la juventud”.
Comentó que el
grupo social CESAP es uno de los muchos frutos que el sacerdote europeo le dio
a la sociedad civil venezolana, precisando que Janssens nació en los puertos de
Amberes, en Bélgica, el 6 de noviembre de 1933, pero se hizo parte de Venezuela, convirtiendo
a su gente en el amor de su vida.
“Fue un
inspirador de distintas iniciativas sociales que se están desarrollando en todo
el país, porque entre sus méritos se encuentra el haber sido un gran
organizador”, aseguró la activista social. Janssens formó parte de la creación
del Banco Bangente y las organizaciones Proadopción, Conciencia Activa, Cecodap
y Provea, entre otras.
Explicó que al
llegar Janssens a Venezuela, hizo todo un esfuerzo por constituir un movimiento
que se llamaba “Jóvenes de Acción” en las barriadas de Catia. El movimiento fue
creciendo poco a poco hasta convertirse en un movimiento nacional. Sus
integrantes se animaron en la construcción del centro de formación de Pozo de
Rosa en San Pedro de los Altos (estado Miranda), el 1 de mayo de 1969.
El movimiento de
jóvenes desaparece y se decide crear a CESAP en 1974, cuyo grupo fundador
estuvo integrado por Patricio Powells, Maryori Hernández, Beatriz Jiménez y el padre Armando Janssens. “CESAP
dota de programas de formación sobre el empoderamiento de la gente, desarrolla
acciones cívicas, y busca la convivencia como un espacio de trascendencia
comunitaria y democrática”, dijo Vegas.
Aunque no tenía
cargos de responsabilidad dentro de la estructura eclesial, “siempre estuvo
invitado a las reuniones de la Conferencia Episcopal Venezolana, porque era una
referencia de todo lo que significa el trabajo social de inspiración cristiana.
No solo es un referente sacerdotal sino también de la sociedad civil”, aseguró.
“Se ha ido un líder civil cabal, promotor de la Acción Popular, un tejedor de iniciativas sociales, incentivando diálogos políticos despolarizados. Su sepelio fue expresión fehaciente de esa capacidad”, dijo Vegas Castro luego del sepelio en Twitter.
Comprometido con los más necesitados
Joanna Rymen, una
religiosa de las escuelas cristianas de Vorselaar, también de origen belga, indicó
que “en la vicaría Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, del 23 de enero, en
Caracas, fue un sacerdote muy querido".
“En nuestro barrio siempre demostró su
cercanía con los niños, jóvenes y adultos de la comunidad”, dijo lamentando la
partida de quien muchos consideraron “su familiar” más cercano.
“Especialmente,
su mayor compromiso era por los jóvenes a quienes siempre motivó a estudiar y
trabajar para levantarse de la pobreza”, testificó la religiosa de Vorselaar, quien
conoció y trabajó directamente con Janssens por más de cuarenta años.
Milagros
Socorro, tras una entrevista que le hizo al padre Armando Janssens en 2008, lo describió como “un hombre
inteligente, franco, hábil para el diseño de organizaciones, pragmático,
persistente, imaginativo. Un cura comprometido y muy avispado”.
Dirán algunos
que esto es de esperarse en un sacerdote que contó con un doctorado en
Sociología de la Universidad de París IV y era doctor honoris causa de la
Universidad Simón Rodríguez. Sin embargo, el “cura belga” reconocía ser un hombre
que necesitaba de la gente sencilla.
“Me siento bien en el barrio”. “Ellos son
mi gente. Conozco sus historias, sus rollos, sus valores, sus debilidades”, expresó en esa ocasión a la periodista.
En Paz Descanse
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