Ernesto
Samper, secretario general de UNASUR, luego de reunirse con el Gobierno y la oposición
de Venezuela, anunció el 21 de julio pasado, la disposición de un posible
dialogo entre las partes que contará con la mediación de un representante del
Vaticano. Sin embargo, el tiempo ha pasado y la “invitación formal” no ha
llegado a la Santa Sede, por lo cual con esta carencia no será posible la participación
de un delegado papal.
Así lo ratificó
este primero de agosto, el cardenal Jorge Urosa Savino, presumiendo que el
retraso se debe “a la informalidad venezolana” que subyace en el Ejecutivo, advirtiendo
que “sin
esa invitación formal no habrá participación del Vaticano en el diálogo”.
El arzobispo de
Caracas precisó que, aunque la Santa Sede desea participar en el diálogo entre
Gobierno y oposición, requiere que ambas partes envíen invitaciones formales
para poder hacerlo. “El Santo Padre está dispuesto a enviar un
representante para que ayude en el diálogo entre Gobierno y oposición”,
reconoció.
Urosa consideró
que para un diálogo fructífero, es necesario cumplir algunas condiciones bajo
el amparo de la Constitución Nacional, reconociendo “en primer lugar la legitimidad
del adversario”, esto es, el Gobierno debe reconocer a la Asamblea Nacional y
viceversa.
“Además,
tiene que darse la aceptación de un temario común que debe ser la Constitución”,
dijo el arzobispo. “No se puede impedir que se realice algo que está presente en la
constitución nacional que es el Referendo Revocatorio”, añadió.
Jornada de oración por la paz y reconciliación
Por otra parte,
Urosa Savino invitó a participar en la jornada de ayuno y oración convocada
para este martes 2 de agosto, para pedir por Venezuela.
La actividad está fundamentada
en una similar convocada por el Papa Francisco y recogida en la Exhortación de
la CEV: “El Señor Ama al que busca Justicia”, del pasado 12 de julio.
“Invitamos con
alegría a todos los creyentes y a las mujeres y hombres de buena voluntad, a
unirnos el próximo dos de agosto, a la Jornada de ayuno y oración, convocada
por el Papa Francisco en Asís, como una ocasión especial de pedir por la paz y
la reconciliación entre los venezolanos”, dice el documento de los obispos.
Se conoció que
el arzobispo presidirá una misa el 2 de agosto, a las 6 de la tarde, en la
Iglesia “Nuestra Señora de la Chiquinquirá”, en La Florida de Caracas, desde
donde enviará un mensaje de esperanza y solidaridad a todos los venezolanos.
Un “pequeño gran paso” del CNE
Este primero de
agosto, las expectativas venezolanas estaban centradas en el anuncio de la validación
del 1% de las firmas recogidas en apoyo al referendo revocatorio, cuya
notificación hizo en la tarde, y con una semana de atraso, el Consejo Nacional
Electoral.
Ahora
corresponde a la Mesa de la Unidad Democrática, en dos días, entregar un nuevo documento
que llevaría al inicio de otro lapso para que el CNE apruebe la petición y
después otro para que se dé una fecha para la recolección de 20% de las firmas,
que en este caso no serían validadas ya que el requisito se cumplió en la fase
anunciada.
Así las cosas, el
inicio del diálogo entre el Gobierno y la oposición, y la realización del
referendo revocatorio, parecieran un cuento de nunca terminar. Mientras, la
población sigue buscando comida o ve morir a familiares y amigos en los
hospitales ante la falta de insumos médicos. Una crisis humanitaria que cada
día se acentúa más en
Venezuela.
“Por eso, los
presbíteros y obispos tenemos una (…) oportunidad para valorar más todavía
nuestra sagrada vocación, y sentirnos felices y agradecidos por haber
sido invitados a hacer presente a Jesús en medio de nuestro pueblo,
especialmente en estos tiempos tan difíciles en que nos encontramos”,
acentuó en un mensaje reciente el cardenal Urosa.
Jornada de Oración en Weston - Vía Alberto J Solorzano @ajsolorzano
|
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.