El Episcopado reitera su “cercanía y solidaridad con los padres, madres, familiares y
compañeros de los 28 mineros desaparecidos, y pide a Dios que les de fortaleza
para continuar en la lucha, con miras a que pronto quede esclarecido el
paradero de sus seres queridos”, dice un comunicado firmado por monseñor
Roberto Luckert
Ramón Antonio Pérez /
@GuardianCatolic
Caracas, 12 de marzo de 2016.- La
Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) lamentó este viernes 11 de marzo, la “ola de
violencia” que se vive en el país, específicamente el caso de los 28 mineros
desaparecidos en la localidad de Tumeremo, estado Bolívar, para el que pidió
solución inmediata, y no se convierta “en un hecho más sin solución en la
historia de Venezuela”.
A
través de un comunicado firmado por monseñor Roberto Lückert León, arzobispo de
Coro y presidente de la comisión de justicia y paz, la iglesia denunció
la falta de respuesta ante la desesperación de los familiares, quienes “merecen
acciones eficaces y respeto”.
Asimismo,
criticó la represión a las protestas suscitadas por el suceso y la censura de
las denuncias que el mismo ha generado, ante lo cual “se debe recordar que rigen las
garantías a la libertad de manifestación pacífica y a la libertad de
información y expresión”.
El
Episcopado exhorta a las autoridades a “investigar exhaustivamente y de forma
inmediata, oportuna e imparcial, para que se conozca con certeza lo que
sucedió” y se sancione con toda la ley a los involucrados.
De
igual forma, pide a las fuerzas políticas, de cualquier índole, abstenerse de
formular declaraciones que “estigmaticen o inculpen a las víctimas y a sus
familiares”; a los órganos del Poder Público a crear una comisión de la verdad
que esclarezca, con imparcialidad, los hechos acaecidos.
A
continuación el comunicado integro emanado de la CEV:
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