Pide se investiguen a fondo los hechos, y se
les permita “promover una pastoral de prevención y acogida que favorezca la
integración familiar, la convivencia pacífica y el pleno desarrollo integral”
de los presos
Ramón
Antonio Pérez - Aleteia
@GuardianCatolic
Caracas,
29 de noviembre de 2014.- La Conferencia Episcopal Venezolana
(CEV) mediante un comunicado difundido este viernes 28 de noviembre por la
Comisión de Justicia y Paz que preside el Arzobispo de Coro, Monseñor Roberto Lückert
León, pidió al Estado se investiguen las muertes de 35 reclusos en la cárcel de
Uribana, quienes fallecieron por presunta intoxicación. Con su mensaje, la
Iglesia venezolana se suma al dolor de los familiares de los reclusos que
perdieron la vida durante un hecho del cual existen varias versiones.
Una
de estas conjeturas relata la ingesta de medicamentos vencidos. La versión fue
difundida por funcionarios del Ministerio de Servicios Penitenciarios,
indicando que la noche del miércoles 26, algunos presos que realizaban huelga
de hambre, “ingresaron violentamente al área de enfermería; asaltaron la farmacia y
los talleres, procediendo a ingerir múltiples fármacos”, como
antibióticos, antiepilépticos y antihipertensivos.
La
otra versión habla de una presunta “fiesta de bienvenida” organizada
por otros privados de libertad en la cárcel de Uribana, para darles el “recibimiento”
a las hoy víctimas. “Las bebidas estaban inyectadas”,
trascendió a los familiares.
La
Iglesia no se hace eco de tales versiones debido a lo confuso de la situación,
pero a través de Monseñor Roberto Lückert, sí manifiesta el dolor por “la
muerte de estos hermanos y la de tantos otros que dentro y fuera de los penales
son víctimas de la espiral de la violencia”. Además, el Prelado expresó
su preocupación por la situación que se vive en los recintos penitenciarios del
país: “lejos de ser centros formativos de reinserción social, son más bien un
medio de hacinamiento, violencia, castigo y represión que deteriora aún más a
la persona privada de libertad”.
Exigió
al Estado y al Poder Judicial iniciar una investigación completa que permita
aclarar las circunstancias que rodearon las muertes e intoxicaciones de la
población recluida. Igualmente pidió a las autoridades que se aplique la
justicia y se dediquen a solucionar la grave crisis penitenciaria existente en
el país.
Es
de resaltar que la cárcel de Uribana fue construida para albergar a 850
personas, pero actualmente tiene una población de 3.700 reclusos.
Frecuentemente, el traslado de cautivos genera motines, reyertas y
enfrentamientos entre bandas lideradas por presos que son conocidos como
“pranes”, una especie de mandamás por encima de las leyes.
A
continuación, el texto dado a conocer por la Comisión de Justicia y Paz de la
CEV en referencia al caso de la cárcel de Uribana:
“La misericordia es la que cambia el corazón y la vida, la que puede
regenerar a una persona y permitir que se reintegre de forma nueva en la
sociedad”. Papa Francisco.
“La Comisión de
Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), se pronuncia ante
los sucesos ocurridos en el centro penitenciario conocido como David Viloria,
ubicado en el sector Uribana del Estado Lara, el miércoles 26 de Noviembre del
2014 en el que perdieron la vida por ahora treinta y tres (33) privados de
libertad y donde hay más de 145 afectados, manifestamos una vez más nuestros
sentimientos, preocupaciones y exigencia.
Sentimientos:
Nos duele: La muerte de estos hermanos y la de
tantos otros que dentro y fuera de los penales son víctimas de la espiral de
violencia. Nos unimos al dolor de las familias de los que han muerto, las
acompañamos con nuestra oración a Dios Padre compasivo que quiere que todos sus
Hijos tengan Vida y Vida en abundancia.
Nos Preocupa: Que
los recintos penitenciarios, lejos de ser centros formativos de reinserción
social, son más bien un medio de hacinamiento, violencia, castigo y represión
que deteriora aún más a la persona privada de libertad.
Exigimos:
- Al Estado:
para que solicite a las autoridades pertinentes iniciar inmediatamente una
investigación completa que clarifiquen las circunstancias que rodearon las
muertes e intoxicaciones de la población Privada de libertad.
- Al Poder
Judicial: la aplicación de la justicia para agilizar la mora judicial, eliminar
la impunidad y los malos tratos en los recintos penitenciarios.
-Al Ministerio
del Poder Popular para el Servicio Penitenciario de Venezuela: que se comprometa
de manera más decidida a solucionar la grave crisis penitenciaria existente y
se tomen todas las medidas necesarias para la no repetición de estos hechos y
para la garantía efectiva de todos los derechos humanos de las personas
privadas de libertad bajo custodia del Estado venezolano.
- A todas las
Iglesias y en especial a la Iglesia Católica: les pedimos su oración por los
afectados en los recientes sucesos de Uribana, así como por todos los que
padecen la violencia carcelaria en la rutina de cada día.
Pedimos:
Permitir el
trabajo de la Pastoral Penitenciaria para que puedan promover una pastoral de
prevención y acogida que favorezca la integración familiar, la convivencia
pacífica y el pleno desarrollo integral humano.
La ratificación
del Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura de las Naciones
Unidas. Este tratado internacional establece la creación de un mecanismo
nacional de prevención, que pueda realizar visitas de supervisión a los centros
de detención del país y recomendar medidas para mejorar las condiciones y el
respeto a los derechos humanos en el sistema carcelario”.
+
Mons. Roberto Luckert León
Presidente de la Comisión de
Justicia y Paz de la CEV
Nota: Al cierre de esta nota, los
fallecidos llegaban a 35, pero al momento de redactar el comunicado, todavía
eran 33 víctimas fatales.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.