El obispo venezolano denunció hace
varios años cómo en la frontera colombo-venezolana se traficaba con niños y
adolescentes para conducirlos a la prostitución, esclavitud, pornografía y
venta de órganos. “Lamentablemente no se hizo caso, y la situación lejos de
corregirse, como que se ha perfeccionado”
La película termina como empieza: Rocío toca un tambor y entona una canción: es la expresión de su ser auténticamente libre; es decir, termina y comienza con el “Sonido de Libertad”.
La breve descripción del impactante
filme la hace monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, obispo de San
Cristóbal, Venezuela, apoyando la obra del actor y productor mexicano Eduardo
Verástegui.
El prelado va más allá en su
análisis y hace varias preguntas a manera de propuestas que, seguramente, serán
implementadas por la iglesia venezolana tan pronto la producción sea presentada
en los cines del país latinoamericano.
¿No sería oportuno que, así como lo hacemos con otras producciones, en nuestras parroquias, en los grupos juveniles y de apostolado, en las comunidades eclesiales de base, escuelas y universidades católicas y otras instancias eclesiales se pueda (o mejor “se deba”) proyectar y hacer círculos de estudio sobre la película y la temática allí presentada?, pregunta Mario Moronta en un extenso artículo.
Moronta es un consecuente defensor
de la vida, particularmente, de niños y otras personas vulnerables. Nunca ha guardado
silencio ante los atropellos que estos reciben a la hora de conocer los hechos
que vayan en contra de su dignidad y entorno social.
La cercanía de San Cristóbal con la frontera de Colombia, le ha permitido conocer la dura realidad que allí existe: emigración forzada, cobro de vacunas, narcotráfico, grupos irregulares como las guerrillas y paramilitares; y el tráfico de niños y adolescentes para ser conducidos a la prostitución, a la esclavitud, a la pornografía y a la venta de órganos.
Sonidos de libertad y la trata de
niños
El 26 de junio de 2022, Moronta
comentó el X Encuentro Mundial de las Familias que se realizó en el
Vaticano del 22 al 26 de ese mes. En su reflexión cargó contra un grupo
delictivo muy particular: “las mafias de médicos”. Sus expresiones sonaron con fuerza.
Hay algunos médicos que se dedican al aborto para vender los fetos y el material orgánico a corporaciones que luego hacen medicinas y esos menjurjes que se echan muchas veces las mujeres, para aparecer bonitas, maquilladas… Y eso desde hace muchos años, aseguró el también primer vicepresidente del Episcopado Venezolano.
Coherente con sus principios
cristianos, monseñor Moronta deja conocer su posición en relación a “Sound
of Freedom” protagonizada por Jim Caviezel en el papel de Tim Ballard, un
ex agente de seguridad de Estados Unidos que lucha contra el tráfico
infantil.
Quienes dirigen y actúan en la película tratan de una parte de un problema bien grueso y que se ha ido agudizando en los últimos años. El de la trata de niños, niñas y adolescentes: para esclavizarlos, para abusar y comerciar con su sexo, para vender sus órganos al mejor postor, dice en su artículo que circula en grupos de Whatsapp.
Moronta: “La trata es un comercio de muerte”
Explica que la trata de niños es “un
comercio de muerte” que va más allá de lo que los espectadores pueden
imaginarse en esta película. “Y como está tocando los intereses malsanos de
mafias, personas y grupos, lo mejor es evitar que se difunda o que pueda ser
vista por la gente seria de la humanidad”, agrega.
“Demuestra la película que existe
toda una compleja organización donde participan desde sofisticados grupos
económicos y personas, pasando por gente particular interesada, hasta grupos
irregulares vinculados a la violencia y al narcotráfico”.
En este contexto, menciona la
oposición, las dificultades y la pretendida desvalorización que algunos intentan
hacia Sound of Freedom.
Muchos ya lo han señalado: ha puesto el dedo en la llaga y está tocando los oscuros intereses de grupos económicos, personas, asociaciones y mafias, dice Moronta.
Cuestiona la industria cinematográfica
De igual manera, crítica a la
industria cinematográfica que en los últimos tiempos ha llenado a los usuarios
con películas donde lo común es la ciencia ficción. Entre “alienígenas”,
“transformers”, guerras con tinte “mal llamado apocalíptico y variadas manifestaciones
de violencia”, se busca “divertir” a quienes ven estas producciones.
“Además, se destinan grandes
cantidades de dinero para producir y publicitar estas películas, que a menudo
no ofrecen enriquecimiento cultural, reseñas históricas o difusión de valores
humanos auténticos”, apuntó el primer vice presidente de la CEV.
Sostiene que son pocas “las
producciones cinematográficas de los tiempos actuales que ofrecen
enriquecimiento cultural, o reseñas históricas y, mucho menos, la difusión de los
valores humanos auténticos”.
“En el Tapón del Darién la trata de
niños es algo común”
Moronta recuerda que hace varios
años denunció públicamente cómo en la frontera colombo-venezolana se daba esta
triste realidad. “Lamentablemente no se hizo caso, y la situación lejos de
corregirse, como que se ha perfeccionado”, expresó.
Explica que hace algunos meses se
descubrió cómo a niños y adolescentes migrantes se les secuestraba para
quitarles los órganos que eran vendidos al mejor postor. “En el Tapón del
Darién, es algo común, como lo es en diversos lugares del mundo”,
refiere.
“Frente a esta dura situación,
el silencio miedoso de muchos, o la indiferencia de tantos o el pensar que eso
no es cierto sino invenciones, hacen que se agrave aún más todo lo expuesto”,
añade el obispo de San Cristóbal.
Esta película no debe ser considerada como un simple granito de arena o una gota en el mar. Debe ser más bien tenida en cuenta como uno de tantos capítulos de la enseñanza acerca del valor humano auténtico, dijo.
¿Cuándo se estrena en Venezuela?
La película fue estrenada el 4 de
julio, pero ya goza de un impresionante éxito de taquilla que la catapultó más
allá de los 100 millones de dólares solo en Estados Unidos. Por su parte, México ya disfruta de este filme de 1 hora y 31
minutos.
Los países de América Latina tienen previsto su estreno para el 31 de agosto, de acuerdo con lo publicado en la cuenta oficial de la película.
Monseñor Moronta deja claro en su artículo el deseo que llegue pronto a Venezuela.
“Y ¿por qué no, que pueda ser proyectada en las televisoras de nuestra nación? ¿Acaso no suelen proyectar otras producciones que más bien están alejadas de la dignidad humana que hay que respetar?”, expresa en su artículo.
“Y nosotros, desde la Iglesia, es una oportunidad para tomar conciencia de lo que hemos de seguir haciendo en este campo: tanto la denuncia de la maldad como la defensa de nuestros niños, niñas y adolescentes que aún siguen en peligro ante la perversa acción de mafias y personas sin temor de Dios”.
Invita a verla sin miedo ni timideces, sabiendo que el Evangelio que predicamos es anuncio de liberación y denuncia del pecado del mundo.
Entonces, con nuestra acción evangelizadora, en este y en otros tantísimos casos, podremos ser caja de resonancia del Sonido de Libertad, dice intentado cerrar con el mismo toque de tambor de Rocío.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.