¡Santos de la Puerta de al lado! María Elena de Urbina, una vecina de Guarenas despedida en “olor de santidad”

El padre José Antonio Barrera Ruiz, párroco de Nuestra Señora de Copacabana en Guarenas, familiares y amigos, la despidieron en medio de oraciones, cánticos y danzas del Camino Neocatecumenal

Ramón Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Guarenas, 30 de diciembre de 2022

Hoy le damos gracias a Dios por el testimonio de esta mujer sencilla que para mí que soy su párroco, compañero del Camino y hermano de comunidad, considero que María Elena de Urbina ha muerto con olor a santidad y desde el Cielo rezará por cada uno de nosotros.

Así lo expresó el padre José Antonio Barrera, párroco de Nuestra Señora de Copacabana de Guarenas, en la misa exequial del 28 de diciembre, donde se dio el último adiós a la insigne madre guarenera. María Elena nació el 1 de octubre de 1932 y con 90 años de edad, falleció en su residencia, en el sector El Totumo, el 26 de diciembre de 2022.

Su testimonio nos dice que no vale la pena la arrogancia, la altanería, la prepotencia para nada”, agregó el vicario de la Diócesis de Guarenas. Resaltó que María Elena deja tras de sí una numerosa familia y el bello testimonio de su vida cristiana y ciudadana. Personas como ellas son santos de la vida cotidiana, gente que hizo lo que tenía que hacer.

Me siento feliz por ello, porque su santidad ha estado en la sencillez que la caracterizó y en su confianza en Dios. Ojalá podamos tener como ella esa sensibilidad de acercarnos a la Palabra de Dios. María Elena se dedicó a la formación de sus hijos y también les transmitió su experiencia de Dios. La parroquia Copacabana agradece su testimonio, señaló.

Vecinos de Guarenas, amigos y miembros del Camino Neocatecumenal en la Diócesis de Guarenas, se reunieron en la sentida eucaristía para acompañar a la familia de María Elena de Urbina. Fue un momento propicio para recordar y compartir algunos trazos de la vida de esta valerosa mujer, resaltando fortaleza en la fe cristiana y en su familia.

El padre José Antonio recordó que ella profesó su fe en Jesucristo y desde sus inicios en este movimiento de la iglesia, recibió la palma que simboliza la disposición a entregar su vida por la fe en Jesucristo hasta sus últimas consecuencias, incluso, el martirio.

“¿Qué significa la palma que recibió como miembro del Camino Neocatecumenal?”, preguntó José Antonio. 

Que María Elena estaba convencida de lo que enseña la Iglesia. La palma es signo del martirio y de la victoria. Cada Domingo de Ramos, los hermanos que llevan esta etapa en su caminar de vida de fe y de iniciación cristiana de adultos, reciben la palma del martirio. Es decir, están convencidos de que pueden dar la vida por Jesucristo.

El sacerdote insistió en que María Elena de Urbina, con su ejemplo de vida también practicó “las virtudes que la hacen merecedora de tener un lugar entre los santos''. Todos nosotros, como ella, estamos llamados a ser santos. Hizo lo que tenía que hacer con mucha fe”.

La ceremonia culminó con un canto a la Virgen María con la que miembros de la primera comunidad del Camino en la Diócesis de Guarenas, danzaron alrededor del ataúd de María Elena; cantaron junto a los clérigos y al finalizar los asistentes aplaudieron su despedida.

Desde nuestras páginas informativas enviamos las condolencias para sus hijas e hijos: José Ramón, Judith, Carmen, Sonia, José Bernabé, Ángel Felipe, Mariela, Marlene y Yureima. Dios la tenga en su GLORIA.  





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