Ramón Antonio Pérez - publicado el 26/01/21
Es parte del normativo en la Iglesia
que sus obispos presenten una carta de renuncia cuando llegan a los 75 años de
edad. El procedimiento lo establece el Código de Derecho Canónico: el Papa
acepta la renuncia y nombra un sucesor. Es ley de vida eclesial.
En muchas ocasiones, durante la
ceremonia de despedida, los sentimientos de los prelados se muestran a flor de
piel y los recuerdos se hacen nítidos, dejando en el ambiente una satisfacción
por el trabajo cumplido. Agradecer y ser agradecidos también es ley de vida.
En esta ocasión, escuchar el nombre del obispo en el canto de entrada, en la misa en acción de gracias, removió no sólo los sentimientos de monseñor Gustavo García Naranjo, durante su despedida como obispo de la Diócesis de Guarenas, también los de quienes asistieron a la singular ceremonia. Su respuesta al canto, fue un sincero y comprometido mensaje al laicado que valoró la misión cumplida a lo largo de 24 años.
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obispo emérito
“Les voy a recordar que valoren su
vocación”, dijo al comenzar su mensaje, el pasado 16 de enero, en la catedral
dedicada a Nuestra Señora de Copacabana, al despedirse como primer obispo de la
Diócesis de Guarenas. “No es que la Iglesia los necesite, queridos laicos,
ustedes son la Iglesia que el mundo necesita”, expresó motivando a los
asistentes.
“Con ustedes he vivido momentos
fuertes de mi vida sacerdotal y episcopal en el marco de la Evangelización
cumplida en esta Diócesis de Guarenas”, indicó en el mensaje que a ratos se
entrecorta por la emoción del prelado.
Les pidió amar “su condición laical”
y que “descubran con renovada urgencia su lugar en el mundo, en la familia, el
trabajo, la política, la educación y en el sector de las empresas”.
“No se olviden del lugar del laico
en el mundo, ese mundo al que Dios ama y al que envió a su Hijo. Descubran y
vivan su pertenencia desde la verdad afianzada en Jesucristo”, dijo García
Naranjo, quien nació en Caracas, el 1 de julio de 1944; y tomó posesión de la
recién creada Diócesis de Guarenas, el 11 de enero de 1997.
El prelado destacó la presencia de
hombres y mujeres que, “sin pertenecer a una estructura eclesial, incluso sin
ser religiosos”, se reunieron con él a lo largo de este tiempo “para pensar,
tratar y trabajar sobre temas que hacen a la realidad humana como la educación
social y espiritual de nuestros hermanos”.
Que todos seamos una sola familia,
para gloria tuya …
Aunque la ceremonia fue sencilla y
estuvo marcada por las medidas preventivas en contra del COVID-19, no dejaron
de estar presentes feligreses, un buen número de sacerdotes, diáconos
permanentes y autoridades civiles de las vicarías de Guarenas – Guatire y
Barlovento. A las 9 y 15 de la mañana comenzó la ceremonia.
El canto de entrada dedicado a monseñor García Naranjo tomó por sorpresa al obispo saliente, dejando en él muestras de alegría mientras lo escuchaba en camino hacia el altar. El coro de Nuestra Señora de Copacabana ya lo había ensayado con la feligresía.
“Gustavo García Naranjo, primer Obispo de Guarenas, a ti cantamos dando gracias a Dios, por tu episcopado, bendición de Dios”, repetía el coro del canto “A Gustavo”, describiendo la buena relación sostenida entre el obispo y la grey.
“Contento del trabajo pastoral, te
despides de tu pueblo. Por siempre recordado tú serás, pastor y amigo, gran
hermano de verdad”, dice una de las estrofas compuestas por el músico local
Héctor Daniel Rodríguez Acosta.
“Pintoresco y siempre alegre
monseñor, radiante luz que brilla fuerte, compartiendo sonrisas y la fe, pastor
humilde como lo fue San José”, continuaba el llamativo canto de entrada.
“Celebra junto a ti mi corazón y en él los muchos de este pueblo”, entonaban
acompañados de los aplausos y variadas muestras de alegría.
El canto concluye con la frase que
marcó el trabajo episcopal de monseñor Gustavo García Naranjo a lo largo de 24
años. “Seremos la familia que dé Gloria al
El nuevo obispo toma posesión el 6
de febrero
El obispo también saludó a quienes
fueron sus sacerdotes, agradeciéndoles por el acompañamiento y el trabajo
realizado. “A todos ustedes, queridos hermanos, les agradezco su presencia, su
amistad y disponibilidad. No tengo palabras para pagar tanto cariño, tantas
demostraciones de afecto y tanto espíritu de servicio”, expresó.
Hacia el final de su mensaje, puso en manos de Dios y de la Patrona Diocesana, la Virgen de Copacabana, la llegada del nuevo obispo de Guarenas, monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, designado por el papa Francisco el pasado 11 de diciembre 2020.
La toma de posesión está
prevista para el sábado 6 de febrero, a las 10 de la mañana, en la misma
Catedral de Guarenas, dedicada a Nuestra Señora de Copacabana.
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