La Conferencia Episcopal Venezolana, la Conferencia Venezolana de Religiosas y Religiosas y el Consejo Nacional de Laicos de Venezuela, emitieron este 4 de febrero un comunicado conjunto sobre la situación del país.
Comunicado Conjunto
(Conferencia Episcopal Venezolana; Conferencia
Venezolana de Religiosas y Religiosos; y Consejo Nacional de Laicos de
Venezuela)
1. Los
miembros de las presidencias de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), de
la Conferencia de Religiosos y Religiosas de Venezuela (CONVER) y del Consejo
Nacional de laicos de Venezuela (CNL), queremos compartir con todo el pueblo
venezolano algunas preocupaciones sobre la dramática situación que estamos
viviendo en el país.
2. Experimentamos
en todas las comunidades a las que servimos, y en todo el contexto nacional,
una dolorosa situación de injusticia y sufrimiento por la carencia de lo
necesario para una vida digna y productiva, y la indefensión ante la justicia.
Esto ha generado, con determinación y esperanza, la búsqueda de un cambio
político a través de un proceso de transición pacífica y transparente, que
lleve a elecciones libres y legítimas para retomar el rumbo democrático y
lograr la recuperación del Estado de Derecho, la reconstrucción del tejido
social, la producción económica, la moral en el país y el reencuentro de todos
los venezolanos.
3. Al
asumir esta ruta de transición hacia un proceso electoral, urge hacerlo de
forma pacífica y con los instrumentos presentes en la Constitución Nacional,
para evitar mayores sufrimientos y dolores al pueblo.
Como creyentes y compañeros de camino, nos dejamos iluminar por la Palabra y la
sabiduría que viene de Dios que “ante todo es pura y además es amante de la
paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y de buen obrar, constante,
sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz y su fruto es la
justicia” (Sant. 3, 2.18).
4. Es
moralmente inaceptable la creciente represión por motivos políticos, la
violación de los Derechos Humanos y las detenciones arbitrarias y selectivas.
Como ciudadanos y servidores de las comunidades, les exigimos a los organismos
de seguridad del Estado que no sigan reprimiendo a sus hermanos venezolanos y
asuman su verdadera responsabilidad de proteger al pueblo en toda
circunstancia, particularmente cuando ejerzan el derecho a la protesta
pacífica.
5. Urge
que el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo cumplan con su primer
deber que es el estar al servicio del pueblo y, de una vez por todas, se acaben
los abusos de poder y antes descritos, en particular, lo que se refiere a las
detenciones de menores de edad. No caigan en contradicción con las mismas leyes
que profesan respetar, y siéntanse independientes de cualquier otro poder
público a la hora de ejercer sus funciones.
6. Hacemos
un reconocimiento y agradecimiento a los activistas que defienden y promueven
los Derechos Humanos en momentos de crisis y tensión en el país, por el
servicio que desempeñan a pesar de los riesgos, y les animamos para que
continúen atendiendo a las víctimas que sufren injusticias. Pedimos el respeto
y la seguridad personal y jurídica para quienes ejercen este digno servicio en
Venezuela.
7. La Iglesia Católica comprometida desde
hace muchos años en acompañar y auxiliar a la población más afectada, actuando
de acuerdo a los principios de independencia, imparcialidad y humanidad,
solicita sean concedidos los permisos necesarios para disponer de la ayuda
humanitaria como un medio para mitigar el impacto de la crisis sobre la gente
más vulnerable. Cáritas
de Venezuela y las diversas instituciones de promoción social de la Iglesia
con un extenso alcance en todo el territorio nacional, nos comprometemos a continuar el
servicio que venimos realizando con equidad, inclusión, transparencia y
efectividad.
8. En
este momento crucial de la historia patria, invitamos a todo el pueblo
venezolano a dar lo mejor de sí, cada uno en su ámbito de trabajo y acción,
para que desde la unidad, la solidaridad y la responsabilidad ética, con un
espíritu distendido, busquemos el bien común y trabajemos sin descanso en la
reconstrucción de la Democracia y de la patria entera, evitando el derramamiento
de sangre como bien lo ha expresado el Papa Francisco.
9. El
pueblo Venezolano ha despertado, está en la calle porque anhela un cambio en el
rumbo político y democrático del país. Las
marchas del 23 de enero y la que se realizó el día 2 de febrero, día de la Vida
Consagrada en la Iglesia, dan testimonio de la fuerza y la perseverancia de un
pueblo que cuando es exigido responde positivamente ante el anhelo de un mejor
futuro, donde la vida no esté en riesgo permanente, sino que hayan
oportunidades para el desarrollo humano integral y la reactivación de los
valores de la paz, la reconciliación y el encuentro.
10. Desde
nuestra misión de creyentes, queremos incentivar la oración y una
espiritualidad encarnada en las realidades que sufre el pueblo. Uno de los
signos fundamentales de este momento es la Eucaristía como sacrificio y don de
Dios en Jesucristo, por lo que invitamos a todo el pueblo para que
participemos en la Eucaristía del domingo 10 de febrero, antesala de la jornada
mundial por los enfermos, y así orar en todos los templos, en nuestras
casas y comunidades, pidiéndole al Señor nos conceda la paz, la reconciliación,
la libertad y la salud espiritual y corporal, y busquemos con creatividad
gestos de fraternidad y solidaridad en las diferentes comunidades.
11. Confiemos
en el Dios de la historia, Él es el Dios de la salvación en Jesús liberador que
nos dice: “no tengan miedo, yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin
del mundo” (Mt. 28, 20). Que María de Coromoto, nuestra patrona nacional, nos
acompañe siempre como pueblo. Con nuestra cercanía.
Caracas, 4 de febrero
de 2019.
+José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo y Presidente
de la CEV.
Pbro. Francisco Méndez, SDB, Presidente de CONVER.
Dra. María Elena Febres-Cordero Briceño, Presidente del
CNL.
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