La
política alimentaria de Nicolás Maduro es “un cuadro dantesco” que solo crea
“hábitos de mendicidad”, señaló monseñor Diego Padrón durante instalación de
la CIX asamblea del Episcopado
“Comenzamos en
octubre de 2016 y lo anunciamos en esta asamblea con un 8,7 % de niños con
desnutrición grave, es decir 8 de cada 100 niños que se veían en las jornadas
de Cáritas Venezuela tenían desnutrición grave; cerramos el año 2017 con 15,6
%, casi el doble, es decir el 2017 generó dos veces más desnutridos que el año
2016”.
Así lo expuso la
doctora Susana Rafalli, este 7 de enero en Caracas, durante la instalación de
la centésima novena asamblea de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV),
según cita el portal de información católica Aleteia.
La
experta ratificó los informes que la organización social de la iglesia realizó
a lo largo del año recién finalizado con el programa: Sistema de Alerta y
Monitoreo Alimentación y Nutrición (SAMAN),
aplicado a niños entre 0 y 5 años de edad en varias comunidades pobres de los
estados Vargas, Zulia, Miranda y Distrito Capital.
“Es un
incremento bastante pronunciado”, sostuvo la experta en nutrición, afianzada en
las cifras resultantes de la investigación. No obstante, Rafalli indicó que “en
Venezuela todavía no se puede hablar de hambruna de acuerdo con los
estándares de la Organización Mundial de la Salud, aunque son un alerta para el
Estado Venezolano”.
Explicó que “cuando
en una parroquia más del 15 % de los niños tienen desnutrición grave hay una
emergencia humanitaria allí”, apuntando que el deterioro de la alimentación
y la salud “es lo que ha motivado o generado la carga de desnutrición”.
Cáritas de
Venezuela con el programa SAMAN brinda atención para recuperar a los niños detectados
en situación de desnutrición, pero los bajos inventarios en la organización pudieran
poner en peligro la continuidad de los mismos.
“No sabemos cuándo los podremos
reponer ni cuándo podremos traer los que tenemos afuera porque no tenemos
acceso a divisas, la desnutrición será cada vez más severa”, indicó Rafalli.
Comida y medicinas claman los obispos
Como estaba
previsto, la CEV instaló su asamblea con el norte de su accionar dirigido a
motivar una mayor solidaridad para contrarrestar los padecimientos de hambre y
salud de los venezolanos más necesitados; también, para nombrará una nueva
directiva.
Monseñor Diego
Padrón Sánchez, en la fue su última salutación como presidente de los obispos,
recordó en su balance que entre abril y julio ocurrieron más de 130 muertos,
1500 heridos y miles de detenidos. “La comida y la medicina no sólo escasean
sino que, cuando aparecen, aumentan exorbitantemente de precio cada día”, dijo.
Las protestas por el hambre
Padrón denunció
que desde hace días, en numerosos sitios del país, se vienen realizando manifestaciones
de protesta, con destrozos y saqueos de negocios, motivadas por la falta de
alimentos y de gasolina.
“Puede decirse que se va desarrollando
paulatinamente en el país un proceso de convulsión social”, alertó preocupado
el sacerdote.
“El hambre de un
pueblo, en particular, no se logra resolver estructuralmente ni con bolsas de
comida, ni con bonos mensuales”, sostuvo en rechazo a las políticas de Nicolás
Maduro. “Éstas son medidas de emergencia aplicadas en poblaciones que han
sufrido grandes inundaciones, terremotos y tsunamis”.
Explicó que las incompletas
bolsas de comida de los comités de abastecimiento locales (CLAP) “si,
por una parte son un paliativo, por otra crean hábitos de mendicidad”.
NOTA de REDACCIÓN: Los obispos se mantendrán en asamblea hasta el venidero 12 de enero, cuando darán a conocer al país la acostumbrada Exhortación Pastoral. Este 9 de enero serán presentadas las nuevas autoridades de la CEV que regirán para el período 2018-2021.