El
clero de la Arquidiócesis de Caracas agradeció a Dios por los 50 años de vida sacerdotal
del Cardenal Urosa
Ramón
Antonio Pérez // @GuardianCatolic
Caracas,
26 de julio de 2017
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“Actualmente
estamos en una época mala, difícil y complicada en Venezuela. Pero también es
la época del hombre entregado a Dios, del generoso, del apóstol, del testigo de
Jesucristo. La época del hombre que sigue a Jesucristo con entusiasmo. Es la
época del santo, y es la que nos ha tocado vivir a nosotros”.
Las palabras
corresponden al cardenal Jorge Urosa Savino, pronunciadas este 25 de julio,
durante la misa que presidió en la parroquia “San Benito”, donde estuvo
acompañado por sus obispos auxiliares, monseñores: Jesús González de Zárate,
José Trinidad Fernández Angulo, Enrique José Parravano Marino y Nicolás
Bermúdez Villamizar (Emérito).
También asistió
el secretario de la Nunciatura Apostólica en Venezuela, monseñor Paúl Butnaru;
además de los presbíteros, diáconos y religiosas encargadas de las vicarias
parroquiales, junto a un grupo de seminaristas de la Arquidiócesis de Caracas.
El presbiterio de Caracas se reunió para agradecer a Dios por los 50 años de la ordenación sacerdotal del
Purpurado caraqueño, ocurrida el 15 de agosto de 1967.
La celebración
central está prevista para el sábado 19 de agosto en el Gimnasio “José Joaquín ‘Papá’
Carrillo” de Los Dos Caminos, esperando que concurra toda la iglesia
arquidiocesana de Caracas, y de las diócesis sufragáneas: La Guaira, Guarenas y Los
Teques, así como un alto número de arzobispos y obispos de Venezuela.
El arzobispo de
Caracas reflexionó en voz alta sobre la dura realidad pastoral y socio política
que le ha tocado vivir junto a su clero arquidiocesano. Sin embargo, su llamado
fue contundente: “Nos toca una época realmente muy difícil pero tenemos que muy
optimistas".
“En esta
celebración de hoy, yo los invito a que pongamos todos en las manos del Señor
nuestro sacerdocio, nuestra vocación y nuestra consagración. Las religiosas, esa
vocación tan bella, a vivir en la entrega total a Jesucristo y en la misión; y
especialmente las vicarias, en esa labor tan bella, misionera, que realizan con
entusiasmo y generosidad”.
También
agradeció a monseñor Jesús González de Zárate, quien recordó durante la homilía
las palabras del Purpurado al tomar posesión como Arzobispo de Caracas, el 5 de
noviembre de 2005. “Esa homilía comienza con estas palabras: ‘Jesús es el Señor’, es para mí
muy significativa porque expresa un poco lo que son mis sentimientos”,
acotó Urosa Savino.
“Es
que nuestra vida debe estar toda entregada toda a Jesucristo que es el
Señor, el Camino, La Verdad y la Vida; que es el Maestro, el Amigo, el
Salvador, el Rey de Reyes y Señor de los señores. Por eso nuestro sacerdocio debe
ser entonces una imitación de Jesucristo y ser testimonios de él”, expresó
hacia el final de la misa.
Sus tiempos de seminarista
El arzobispo de
Caracas agradeció por este encuentro en el que también rememoró aspectos vividos
a lo largo de sus cincuenta años de sacerdocio.
Especialmente habló del tiempo
de seminarista en que compartió aprendizajes con el cardenal arzobispo de
Mérida, Baltazar Porras y con el arzobispo de Coro, Roberto Lückert, entre otros.
“Evidentemente,
el ideal siempre lo supera a uno, pero no por eso uno deja de tener ese ideal y
tratar de seguirlo”, expresó Urosa. Habló de mantener presente “la figura de
Jesucristo Buen Pastor que da la vida por su ovejas”, la cual “debe
estar siempre presente en nuestra mente y nuestro corazón (…) porque estamos
configurados a Jesucristo”.
Dijo que “haber
sido nombrado Arzobispo de Caracas, fue algo que yo no busqué, pero acepté a
pesar de as grandísimas dificultades que yo sabía que tendría y que seguimos
teniendo todos, porque Caracas es una diócesis sumamente difícil”.
El cardenal
Urosa recordó a algunos de los sacerdotes de Caracas de la época en que fue
ordenado en 1967, como el padre Dativo
Núñez (Orden Agustinos Recoletos), fundador de la obra social que se
lleva en la parroquia “San Pío X” o Santuario “San Judas Tadeo” de Puerta
Caracas, presente en esta acción de gracias.
Igualmente mencionó a
monseñor
Francisco Javier Monterrey, también presente, y al padre Ángelo Mazzari, que según dijo: “sigue
asistiendo a la Catedral de Caracas todos los días con sus 93 años”.
Comentó que el
gran desarrollo de la iglesia en Caracas se debió a monseñor Rafael Arias
Blanco (1955-1959), “un insigne pastor, no solamente por su valentía al haber
desafiado al régimen de aquel momento” (dictadura de Marcos Pérez Jiménez), “que
nadie se atrevía y él se atrevió”.
Acentuó que Arias Blanco fue un hombre de
iniciativas pastorales extraordinarias. “El gran desarrollo de la iglesia en
Caracas se debió a Monseñor Rafael Arias Blanco en los pocos años que estuvo,
primero como como arzobispo coadjutor y luego como arzobispo antes de su
muerte”, sostuvo.
Citó “una
cantidad extraordinaria de sacerdotes insignes” como monseñor Ferreira, párroco
de El Recreo; monseñor Delfín Moncada, párroco de Chacao; monseñor Alfonso
Rivas, párroco de Petare; el padre Jesús Hernández Chapellín, monseñor Nieves;
el padre Juan francisco Hernández y Luis Eduardo Henrique.
Y agregó: “para
mí ellos fueron un ejemplo hermoso que me motivó, además del ejemplo de los
religiosos”. Igualmente mencionó a varias congregaciones religiosas,
entre estas a los Eudistas, los Hermanos de la Salle, Jesuitas, Salesianos,
Dominicos, en las que dijo contar con grandes amigos y de las que recibió mucha
formación.
Algunos números y la época actual
Narró que cuando
ingresó al Seminario en 1959, “éramos 20 seminaristas para toda la Iglesia de
Caracas que comprendía el estado Miranda y todo el Distrito Federal”, es decir,
Caracas, la diócesis de Los Teques, Guarenas y La Guaira, actualmente.
“En la década
del 60 al 70 nos ordenamos solamente 7 sacerdotes: el padre Florencio Blanco,
el padre Casanova, un padre checoeslovaco, Stanfle, luego me ordené
yo, después se ordenó monseñor Rafael Conde, el padre José Tomás López y Livio
Moreno. Siete en diez años”, dijo ante el presbiterio de Caracas.
“Desde el año
1995, cuando comenzó el cardenal Velasco su ministerio en Caracas, hasta hoy,
en 22 años, hemos tenido la alegría de ordenar 82 sacerdotes. En los doce años
que llevo al frente de la Arquidiócesis hemos ordenado 45, gracias a Dios”.
Sin embargo, rememoró que en 1981 había en Caracas 165 sacerdotes diocesanos, ahora estamos alrededor de 130. Es decir, en 36 años hemos bajado la cantidad de sacerdotes; pero el cardenal Urosa, motiva a ver el futuro de la Iglesia con esperanza, con optimismo y de una manera positiva.
Sin embargo, rememoró que en 1981 había en Caracas 165 sacerdotes diocesanos, ahora estamos alrededor de 130. Es decir, en 36 años hemos bajado la cantidad de sacerdotes; pero el cardenal Urosa, motiva a ver el futuro de la Iglesia con esperanza, con optimismo y de una manera positiva.
“Actualmente
estamos en una época mala, difícil y complicada. Pero también es la época del
hombre entregado, del generoso, del apóstol, del testigo; la época del hombre
que sigue a Jesucristo con entusiasmo. Es la época del santo, y es la que nos
toca a nosotros”, dijo motivando a los sacerdotes presentes.
Urosa es “Servidor y testigo de Jesucristo”
Por su parte, monseñor Jesús
González de Zarate expresó durante la homilía que en esta fecha “con alegría,
renovamos junto a Ud (Cardenal Urosa), tal como lo recoge el Plan
Arquidiocesano de Pastoral, el compromiso de llevar el evangelio y los dones de
Jesucristo a los habitantes de Caracas, especialmente a los más pobres y a los
alejados”.
Recordó algunas
de las responsabilidades asumidas luego que el 15 de agosto de 1967,
“el Señor a través de la oración consecratoria y la imposición de las manos del
Cardenal José Humberto Quintero, “configuró con Cristo Sacerdote” al Cardenal
Urosa y lo llamó a estar con él de un modo particular, para enviarlo a
predicar”.
Resaltó durante
la lectura que su “voz de Pastor se ha elevado para promover la familia y el matrimonio
cristianos, y defender la dignidad de la persona y los derechos democráticos en
la difícil situación que vive nuestro país en la actualidad”.
González de
Zárate dijo la celebración de los 50 años de la ordenación del Señor Cardenal Urosa Savino es una ocasión para renovar la consagración de los sacerdotes presentes a Dios.
“Es también una
ocasión propicia para renovar nuestro apoyo a la pastoral juvenil y a la
pastoral vocacional, con el fin de animar a nuestros fieles, a las familias
cristianas, a los jóvenes más cercanos, a pensar en la grandeza del sacerdocio
y de la vida consagrada como camino de vida, y de servicio a la sociedad de hoy
y del futuro”.
“Como lo ha expresado en muchas ocasiones el Sr. Cardenal, en esto nos jugamos el futuro de la Iglesia en Venezuela y en Caracas”, expresó el obispo auxiliar de Caracas.
“Como lo ha expresado en muchas ocasiones el Sr. Cardenal, en esto nos jugamos el futuro de la Iglesia en Venezuela y en Caracas”, expresó el obispo auxiliar de Caracas.
Caraqueños sin identidad.- Relativo a la
ciudad de Caracas, que en esta fecha celebró sus 450 años de fundada, el obispo auxiliar recordó lo que en muchas ocasiones el
Arzobispo ha comentado sobre esta realidad de los ciudadanos.
“Uno de los grandes problemas de nuestra ciudad es la falta de identidad, el vivir actuar y sentir muy encerrados en nosotros mismos, atrapados por los problemas de comunicación y la inseguridad, y no como comunidad", dijo González de Zárate durante al homilía: "Servidor y Testigo de Jesucristo".
“Uno de los grandes problemas de nuestra ciudad es la falta de identidad, el vivir actuar y sentir muy encerrados en nosotros mismos, atrapados por los problemas de comunicación y la inseguridad, y no como comunidad", dijo González de Zárate durante al homilía: "Servidor y Testigo de Jesucristo".
Recordó que el
cardenal Urosa destaca continuamente la alegría de pertenecer y de servir a la
Iglesia Arquidiocesana de Caracas.
“Nos ha recordado que nosotros, los Obispos,
sacerdotes y diáconos diocesanos de Caracas, junto como los miembros de los
diversos y numerosos institutos de vida consagrada, tanto masculinos como femeninos,
y los laicos que han impulsado e impulsan la vida de nuestra Arquidiócesis,
formamos una unidad eclesial de agentes de pastoral, al servicio de nuestra
Iglesia local”.
Por una Iglesia Viva y Unida
Finalmente, monseñor Jesús González de Zárate, pidió al Señor “nos conceda que uno de los frutos de este este aniversario
sacerdotal sea el fortalecimiento de la comunión eclesial, que haga de nuestra
Arquidiócesis una Iglesia viva y unida, servidora y misionera, llena de alegría
pascual, tal como lo pide el Plan Arquidiocesano de Pastoral.
Con el canto venezolano: “Cumpleaños Feliz” y un almuerzo compartido entre más de cien sacerdotes de la iglesia caraqueña que se dieron cita este 25 de julio, se cumplió con el homenaje al cardenal Jorge Urosa Savino, en el marco de su fecha de ordenación sacerdotal, un hecho de importancia para la iglesia católica de Venezuela.
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