Papa Francisco destaca que "nos necesitamos unos a otros para
hacernos santos" en el 2º día de su viaje a Suecia por los 500 años de la
Reforma
“Los santos nos alientan con su vida e intercesión ante Dios, y
nosotros nos necesitamos unos a otros para hacernos santos”, expresó en su
17º viaje internacional.
En su homilía, propuso unas nuevas bienaventuranzas que recogen el
espíritu de las de Jesús de Nazaret, que aparecen en el Evangelio que se
proclama hoy en las iglesias católicas del mundo:
“Bienaventurados los que soportan con fe los males que otros les
infligen y perdonan de corazón, bienaventurados los que miran a los ojos a los descartados y marginados
mostrándoles cercanía, bienaventurados los que reconocen a Dios en cada persona y luchan para que
otros también lo descubran, bienaventurados los que protegen y cuidan la casa común, bienaventurados los que renuncian al propio bienestar por el bien de otros, bienaventurados los que rezan y trabajan por la plena comunión de los
cristianos…”.
“Todos ellos son portadores de la misericordia y ternura de Dios,
y recibirán ciertamente de él la recompensa merecida”, aseguró el Papa.
“Juntos pidamos la gracia de acoger con alegría esta llamada y
trabajar unidos para llevarla a plenitud. A nuestra Madre del cielo, Reina
de todos los Santos, le encomendamos nuestras intenciones y el diálogo en busca
de la plena comunión de todos los cristianos, para que seamos bendecidos en
nuestros esfuerzos y alcancemos la santidad en la unidad”, pidió tras la
oración ecuménica y haber firmado una declaración conjunta con los luteranos
ayer.
Las bienaventuranzas como camino de la felicidad auténtica bajo el
modelo de Jesús fue el tema central de la homilía del Papa que presidió la misa
en latín, con traducción al sueco en el maxi pantalla en el Estadio Swedbank de
Malmö.
Santidad de amor a Dios y a los
hermanos
El Papa recordó que hoy se celebra la santidad, incluso
seguramente de muchos de “nuestros familiares y amigos” que han llevado una
“vida sencilla y oculta”.
Una fiesta de la santidad “que, tal vez, no se manifiesta en
grandes obras o en sucesos extraordinarios, sino la que sabe vivir fielmente y
día a día las exigencias del bautismo”, con un “amor fiel hasta el olvido de sí
mismo y la entrega total a los demás”, como el de tantos padres y madres de
familia, dijo.
La felicidad de los santos
“Si hay algo que caracteriza a los santos es que son realmente
felices”, afirmó Francisco. “Los santos han encontrado el secreto de la
felicidad que anida en el fondo del alma y que tiene su fuente en el amor de
Dios. Por eso, a los santos se les llama bienaventurados”.
Bienaventuranzas, camino de la
felicidad
El Pontífice explicó que las “bienaventuranzas” son el camino a la
felicidad. “Las bienaventuranzas son el camino de vida que el Señor nos enseña,
para que sigamos sus huellas”. Así mencionó que en el Evangelio de hoy, “Jesús
las proclamó ante una gran muchedumbre en un monte junto al lago de Galilea”.
“Las bienaventuranzas son el perfil de Cristo y, por tanto, lo son
del cristiano” (Mt 11,29), abundó.
Jesús modelo de mansedumbre
Jesús se presenta como modelo de mansedumbre y el Papa explicó que
“la
mansedumbre es un modo de ser y de vivir que nos acerca a Jesús y nos hace
estar unidos entre nosotros; logra que dejemos de lado todo aquello que nos
divide y enfrenta, y se busquen modos siempre nuevos para avanzar en el camino
de la unidad”.
Asimismo, presentó como modelo a las suecas santa
María Elisabeth Hesselblad, recientemente canonizada, y santa Brígida, Brigitta
Vadstena, copatrona de Europa. “Ellas rezaron y trabajaron para estrechar lazos
de unidad y comunión entre los cristianos”, expresó.
Los santos logran cambios por su
mansedumbre del corazón
Francisco destacó que es un signo elocuente que la celebración de
la Reforma tenga lugar en un país “caracterizado por la convivencia entre
poblaciones muy diversas”.
“Los santos logran cambios gracias a la mansedumbre del corazón.
Con ella comprendemos la grandeza de Dios y lo adoramos con sinceridad; y
además es la actitud del que no tiene nada que perder, porque su única riqueza
es Dios”, añadió.
La puerta abierta a los luteranos y
se espera un día celebrar la misa
El viaje del Papa concluye hoy con la oración del Ángelus y la
despedida oficial desde el Aeropuerto Internacional de Malmö.
Perdón, encuentro, camino común y en el futuro el deseo de
celebrar la Eucaristía juntos. Estos fueron algunos de los grandes temas detrás
del encuentro histórico del papa Francisco con los luteranos con motivo de la
Conmemoración Común lutero-católica de la Reforma (31 octubre – 1 noviembre).
Más allá de la división de cinco siglos, ambas Iglesias festejaron
el nuevo camino abierto para trabajar juntos por los pobres y los necesitados,
y poner un ejemplo para ser esperanza y protagonizar una “revolución
de la ternura”, en palabras de Francisco, en
un mundo convulso.
0 Comentarios
Comentarios de Nuestros Visitantes
Agradecemos sus comentarios, siempre en favor de nuestra Fe Cristiana Católica y de manera positiva. Si considera válido su comentario para ser publicado, se agradece no usar una cuenta anónima o desconocida.