La
fiesta del Nacimiento de Jesús fue propicia para que el Deán del Capítulo Metropolitano,
ratificara la obediencia, respeto y comunión con el Arzobispo de Caracas
Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic
Caracas, 27 de diciembre de
2015.- Como es tradición en la iglesia de Caracas,
el arzobispo de la iglesia metropolitana es quien preside la eucaristía solemne
la Nochebuena de Pascua para celebrar el nacimiento del Niño Jesús en Belén. Igual
que años anteriores desde que asumió la Arquidiócesis de Caracas, el cardenal Jorge
Urosa Savino llegó con puntualidad para la celebración que presidiría en el templo
primado de la Iglesia católica en la capital de Venezuela.
Sin
embargo, esta vez hubo algo novedoso, y es lo que en esta nota se quiere
resaltar: por primera vez, monseñor Adán Ramírez Ortiz, en su condición de Deán
del Capítulo Metropolitano, saludó al Purpurado de Venezuela, y en sus palabras
de agradecimiento al finalizar la Misa, ratificó la comunión de la Iglesia caraqueña
con su arzobispo, palabras que no pasaron desapercibidas ante la feligresía,
siendo acogidas con alegría.
Monseñor
Adán no solo ratificó el respeto y la obediencia a la máxima autoridad de la
Iglesia en Caracas, sino también le hizo sentir esa cercanía de hermanos en el
pastoreo de las ovejas que Jesucristo les encomendó, y además, le hizo sentir el
afecto de una feligresía que en todo momento le ha acompañado.
“Eminencia”,
comenzó en sus palabras de agradecimiento, Ramírez Ortíz.
“Al inicio de esta
sagrada liturgia de nochebuena de Navidad, siguiendo una antiquísima costumbre
escuchamos las Calendas de Navidad que son una síntesis de los grandes
acontecimientos de la historia de la salvación en el Antiguo Testamento”.
Y
anexaba la frase: “Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, siendo concebido por
obra del Espíritu Santo, transcurridos nueve meses, nace en Belén de Judá de la
Virgen María, hecho hombre”.
“Llegados
a estas últimas palabras se sienten en lo más profundo del ser creyente: una
imprevista claridad interior, por la que uno piensa: “¡Es verdad! ¡Es verdad todo esto
que se dice! No son solo palabras. Lo eterno entra en el tiempo…, y hoy
luego de 2015 años podemos decir convencidos: este niño recién nacido es definitivamente
la manifestación de la Misericordia del Padre…”, refería monseñor Ramírez.
Muy
conmovido, y teniendo frente a sí la imagen del Niño Jesús en el marco de su Natividad,
fueron elocuentes las expresiones de quien es responsable de la Catedral de
Caracas desde la tarde del 6 de septiembre de 2015.
“Al
término de esta Santa Misa, celebrado este augusto misterio; como Deán de esta
Santa Iglesia Catedral, de todo el clero de la Arquidiócesis, las religiosas
encargadas de las vicarias parroquiales - que cada uno de ellos están en sus
respectivas comunidades celebrando esta noche santa-; en nombre los jóvenes
seminaristas y sus formadores y el pueblo santo de Dios aquí presente, queremos
expresarle nuestro sentimiento de profunda comunión y le deseamos tanto a Ud.
Eminencia, como a su distinguida familia nuestros buenos augurios de Navidad”,
expresó.
Monseñor
Adán Ramírez Ortíz, concluyó su agradecimiento al Cardenal Urosa, pidiendo “al
Niño Jesús lo conserve por muchos años con nosotros. ¡Feliz navidad Eminencia!”.
De nuestra parte, que así sea, para estos dos hombres que han entregado sus
vidas a Dios, en el servicio y pastoreo de su pueblo.
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