Miércoles 5 ene (Radio Vaticana).- Esta tarde, Benedicto XVI visitó el Policlínico “Gemelli” con ocasión de las vísperas de la solemnidad de la Epifanía. En el marco de tan importante visita, el Santo Padre saludó a los niños que se encuentran internados en esta estructura sanitaria de la metrópoli romana, lugar al que ya había acudido en septiembre de 2005.
El Papa fue acogido por el cardenal Vicario para la Diócesis de Roma Agostino Vallini, el obispo Armando Brambilla, delegado para la asistencia religiosa en los hospitales de Roma, el profesor Lorenzo Ornaghi, el rector de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, así como altos funcionarios de tan importante ateneo, punto de referencia en estudios de medicina en Italia, y médicos y administrativos del mismo hospital.
Tras los saludos de bienvenida el Santo Padre ha sido conducido la Unidad Pediátrica donde bendijo, la división dedicada al tratamiento de una extraña cuanto dolorosa enfermedad congénita, la de espina bífida, así como la división de Terapia Intensiva infantil. En su visita, el Papa se ha encontrado no solo con los pequeños pacientes sino con el personal administrativo, médico, enfermeros, asistentes y familiares de los niños.
Tras escuchar las palabras que le dirigió una niña, paciente de la estructura sanitaria, el Papa pronunció un discurso en el vestíbulo del centro médico, seguido por la entrega de regalos a los niños que le han dispensado una calurosa y canora acogida.
En efecto, tras recorrer las diversas unidades para visitar a los niños gravemente enfermos, Benedicto XVI aludió en su discurso al motivo de su visita: “quiero decirles que los quiero mucho y que los acompaño con mi oración y afecto, para darles la fuerza para afrontar la enfermedad”.
También el Santo Padre visitó la división médica del “Instituto Científico Internacional Pablo VI” dedicado a la investigación, diagnosis y terapia de la esterilidad conyugal. Sin embargo, el por qué de la visita del Papa, como él mismo lo indicó en su discurso han sido los niños con motivo de la celebración -mañana 6 de enero- del día de la Epifanía, o Día de Reyes, y esta fue ocasión para que el Papa, al dirigir su saludo a los pequeños, explicara que su deseo ha sido el de ser para ellos como los Reyes Magos que acudieron a Belén a visitar al Niño.
El Papa recordó que los Reyes Magos llevaron al niño Jesús oro, incienso y mirra, para manifestarle adoración y afecto. “Hoy -les dijo aludiendo a su visita-, les he traído algunos regalos para que sientan -a través de un pequeño gesto- la simpatía, la cercanía y el afecto del Papa. Sin embargo me gustaría que todos, adultos y niños, en este tiempo de Navidad recordemos que el más grande regalo ya lo ha hecho Dios a cada uno de nosotros.
El Papa fue acogido por el cardenal Vicario para la Diócesis de Roma Agostino Vallini, el obispo Armando Brambilla, delegado para la asistencia religiosa en los hospitales de Roma, el profesor Lorenzo Ornaghi, el rector de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, así como altos funcionarios de tan importante ateneo, punto de referencia en estudios de medicina en Italia, y médicos y administrativos del mismo hospital.
Tras los saludos de bienvenida el Santo Padre ha sido conducido la Unidad Pediátrica donde bendijo, la división dedicada al tratamiento de una extraña cuanto dolorosa enfermedad congénita, la de espina bífida, así como la división de Terapia Intensiva infantil. En su visita, el Papa se ha encontrado no solo con los pequeños pacientes sino con el personal administrativo, médico, enfermeros, asistentes y familiares de los niños.
Tras escuchar las palabras que le dirigió una niña, paciente de la estructura sanitaria, el Papa pronunció un discurso en el vestíbulo del centro médico, seguido por la entrega de regalos a los niños que le han dispensado una calurosa y canora acogida.
En efecto, tras recorrer las diversas unidades para visitar a los niños gravemente enfermos, Benedicto XVI aludió en su discurso al motivo de su visita: “quiero decirles que los quiero mucho y que los acompaño con mi oración y afecto, para darles la fuerza para afrontar la enfermedad”.
También el Santo Padre visitó la división médica del “Instituto Científico Internacional Pablo VI” dedicado a la investigación, diagnosis y terapia de la esterilidad conyugal. Sin embargo, el por qué de la visita del Papa, como él mismo lo indicó en su discurso han sido los niños con motivo de la celebración -mañana 6 de enero- del día de la Epifanía, o Día de Reyes, y esta fue ocasión para que el Papa, al dirigir su saludo a los pequeños, explicara que su deseo ha sido el de ser para ellos como los Reyes Magos que acudieron a Belén a visitar al Niño.
El Papa recordó que los Reyes Magos llevaron al niño Jesús oro, incienso y mirra, para manifestarle adoración y afecto. “Hoy -les dijo aludiendo a su visita-, les he traído algunos regalos para que sientan -a través de un pequeño gesto- la simpatía, la cercanía y el afecto del Papa. Sin embargo me gustaría que todos, adultos y niños, en este tiempo de Navidad recordemos que el más grande regalo ya lo ha hecho Dios a cada uno de nosotros.
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