Nuncio Apostólico Consagró Santuario Diocesano del Santo Cristo de los Milagros de La Grita

Citando la audiencia del Papa Francisco del 27 de agosto- Monseñor Giordano recordó: “en una comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves porque no permite que Dios actué”.

San Cristóbal, 15 de noviembre de 2014.- Durante una ceremonia que se efectuó este sábado 15 de noviembre, el Nuncio Apostólico de Su Santidad en Venezuela, Monseñor Aldo Giordano, consagró el Santuario Diocesano del Santo Cristo de La Grita, en medio de un templo repleto de feligreses católicos y del Obispo de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta.

Una nota de prensa enviada desde la Diócesis de San Cristóbal narra que el Nuncio en su homilía recalcó la importancia de este recinto sagrado. “Un santuario es primero que todo un lugar donde vamos a escuchar la palabra de Dios que nos habla”. Por ello, de manera práctica el representante del Papá aclaró “que este templo servirá como un lugar donde muchas personas podrán encontrar a Cristo y renovar su propia vida”.

Monseñor Giordano -citando la audiencia del Papa Francisco del 27 de agosto- recordó que: “en una comunidad cristiana, la división es uno de los pecados más graves porque no permite que Dios actué”, ello para destacar a los presentes, que la unión es una perla, que se debe cultivar entre sacerdotes, religiosos y feligresía en general.

Dentro de la ceremonia de dedicación y consagración, se realizaron los ritos estipulados como la aspersión del agua bendita, la unción del altar y posteriormente de los muros. También fueron colocadas en el altar las reliquias de Santa Perpetua mártir y San Juan Pablo II, además de ser entronizado un relicario que posee la sangre de San Juan Pablo II, para la veneración de todos los fieles.

Monseñor Moronta aprovechó la ocasión para agradecer la visita del señor Nuncio a la Diócesis de San Cristóbal y le solicitó que haga llegar al Papa Francisco la alegría que caracteriza a la Iglesia local del Táchira y pidió que ayude a tramitar el título del Santo Cristo de los milagros, como “protector de Venezuela”. 

En cuanto al Santuario el obispo diocesano indicó que la estructura asemeja a los brazos abiertos de Dios, que reciben con amor a los peregrinos, y anunció que desde el próximo mes las parroquias de toda la entidad, comenzarán a efectuar sus peregrinaciones, además de notificar que en el venidero 2015 se efectuarán allí mismo, ordenaciones presbiterales y la jornada de los enfermos, así como la misa crismal y adelantó que “si los procesos de beatificación de  Medarda Piñero y María Israel Bogotá resultan positivos, la celebración de igual modo será en este lugar”.

DECRETO DE ELEVACIÓN A SANTUARIO DIOCESANO

El padre Ricardo Casanova - Vice-Canciller diocesano- hizo lectura del decreto promulgado por el obispo diocesano, con el que se concede la elevación a Santuario de las nuevas instalaciones. Del mismo se destacan algunos aspectos que la nueva condición implica, entre ellos,  que el complejo será regido por las normas de la Iglesia Universal, las directrices de la Santa Sede, los estatutos sinodales y otras normativas de la diócesis.

A futuro, el Santuario tendrá sus propios estatutos y reglamentos, estudiados por el consejo presbiteral y aprobados por el obispo.

Por su parte el rector asignado  tendrá un consejo pastoral y un consejo económico cuyos miembros deben ser de conducta moral intachable y católicos practicantes. Se establece de igual modo que “…a su debido momento, luego de haberse realizado los estudios por parte de los especialistas, albergará la imagen del Santo Cristo de los milagros de la Grita”.  También se debe tener claro que será un lugar y centro de peregrinaciones, porque allí se ofrecerán servicios espirituales y evangelizadores.

BENDICIÓN DE LA NUEVA SEDE DEL CURSO INTRODUCTORIO

La ocasión sirvió también para que el Nuncio realizara la bendición de la sede anexa del seminario diocesano, en el que se impartirá el curso introductorio de los seminaristas mayores. Dicha casa de formación sacerdotal lleva como patronato a “San Juan Pablo II”.