¡MÁS DEL DÍA NACIONAL DE ORACIÓN! - Renovación Carismática celebró 116 años de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento



- ¡VENEZUELA, 116 AÑOS DE CONSAGRACIÓN! -
El padre Max Guerere, durante el Día Nacional de Oración, habló de monseñor Juan Bautista Castro como uno de los grandes promotores de la consagración de Venezuela al Santísimo, que se cumplió el 2 de julio 1899

Ramón Antonio Pérez / @GuardianCatolic

Caracas, 02 de julio de 2015.- El padre Max Gregorio Guerere Rodríguez, párroco de “Santa María de Jesús” de la arquidiócesis de Maracaibo, y asesor de la Renovación Carismática en esa región del estado Zulia, fue uno de los predicadores el Día Nacional de la Oración que se cumplió en el estadio de béisbol de la UCV, en Caracas, el 27 de junio, donde habló de la Consagración de Venezuela al Santísimo Sacramento el 2 de julio de 1899, destacando, además, el papel que por esta devoción llevó adelante el octavo arzobispo de Caracas, monseñor Juan Bautista Castro (1904-1915).


Al comenzar su prédica, el padre Guerere, dijo la oración que caracteriza  la adoración al Cuerpo de Cristo. “¡Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar!”, expresaba. Entretanto, desde las tribunas, los casi diez mil carismáticos respondían con fuerza: “¡Sea por siempre bendito y alabado!”.

Donde hay dos más reunidos en el nombre de Jesús, Él está presente en medio de ellos”, indicó el sacerdote. “Estamos a pocos días de celebrar los 116 años en que Venezuela fue consagrada por vez primera al cuidado y protección al Santísimo Sacramento”, recordó en relación al 2 de julio, fecha de la consagración.

“En esta ocasión en particular se une la memoria del centenario de la muerte de monseñor Juan Bautista Castro, octavo arzobispo de Caracas, y uno de los principales promotores en Venezuela de la devoción a la Presencia Real del Salvador en la Eucaristía y, por supuesto, de la consagración de la patria al admirable Sacramento”.

Recordó que en el año 2014, el cardenal Jorge Urosa Savino, en la eucaristía que presidió en el Santuario Nacional  Expiatorio del Santísimo Sacramento, con motivo del inicio del año jubilar de este centenario, expresó: “me siento profundamente orgulloso de ser sucesor de Monseñor Juan Bautista Castro, un gran pastor”.


Igualmente citó a monseñor Nicolás Eugenio Navarro durante la oración fúnebre de las exequias de monseñor J. B. Castro, quien dijo de él que “fue un patriota eminente.

Siempre en la misma cita, el sacerdote zuliano, agregó: “La austeridad de sus virtudes, su ánimo íntegro, e igual como hombre de Dios, le alzaron siempre muy por encima de todas las pasiones, de todos los partidos y de todos los personalismos. Es una de las notas más simpáticas y respetables de su existencia. Por sobre las pasiones, por sobre las personas, él no veía ni solicitaba otra cosa sino el interés de la Iglesia y el bien de Venezuela; juntaba en su pecho los dos amores: de la Iglesia y de la Patria. Todas sus labores apostólicas nos hacen ver este aspecto patriótico de su misión”.

También refirió al sacerdote e historiador, Ramón Vinke, quien tituló el artículo: “El arzobispo Castro. A la sombra refrigerante de la Divina Eucaristía”. Entre las muchas anécdotas, comentó que Juan Bautista Castro, “fue encarcelado en 1881 por haber llevado públicamente el Santísimo a un enfermo”, dijo el padre Max Guerere.

“Son muchas las cosas que podríamos decir de este gran Prelado venezolano, de su persona y de sus obras, de las que se manifestó valientemente en su época de grandes desafíos, su profunda fe en el impresionante poder sanador y liberador de la Santa Eucaristía, y en ella al verdadero y único liberador de Venezuela, cuyo nombre es Jesucristo”.

El padre Max Guerere invitó a conocer más a monseñor Juan Bautista Castro, un sacerdote venezolano digno de “imitar sus virtudes”; y al igual que él, seguir y dar testimonio de Cristo, “porque Jesús es nuestra esperanza”.

Recorrido del Santísimo en el estadio de la UCV


Monseñor José Manuel Romero Barrios, obispo auxiliar de Barcelona y asesor de la Renovación Carismática por parte de la Conferencia Episcopal Venezolana, hizo entrada del Santísimo Sacramento recorriendo el campo deportivo y generando un intenso ambiente de oración.

El Cuerpo de Cristo, colocado en una Custodia hecha en madera especialmente para este día y representado por un mapa de Venezuela, fue detenido frente a la tribuna principal. Monseñor Romero Barrios, arrodillado y acompañado por miembros de la RCC Caracas, dijo varias oraciones por la paz y unidad de los venezolanos, por los dirigentes del país, y la iglesia católica; especialmente pidió por las vocaciones sacerdotales y religiosas, y por las familias venezolanas.






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